Maratón Massive Attack
Que Heligoland sean unas islas alemanas no nos importa lo más mínimo. Lo que nos interesa es el “Heligoland” de Massive Attack. Siete años después, Robert Del Naja y Grant Marshall se han dignado en dar continuidad a “100th Window”. ¿Ha merecido la pena la espera? La brutal “Live With Me” del “Collected no sirvió sino para hacernos la boca agua aún más. Un par de escuchas de “Heligoland” confirma el milagro. Ellos lo han vuelto a hacer. Las pistas que nos habían dado en el EP “Splitting the Atom” se ven magnificadas en el largo. Una sinfonía de cincuenta y dos minutos tan oscura como luminosa.
Cinco años pasaron entre “Mezzanine” (1998) y el disco que lo siguió, “100th Window”, cuarto trabajo de Massive Attack. A pesar de haber sido exitoso en términos comerciales, produjo diversas y contrarias opiniones, sobre todo en los críticos especializados.
Muchas cosas pasaron entre 1994 y 1998. El reconocimiento e impacto de “Protection” fueron prontamente supeditados a un género y a un lugar: Trip-hop y la escena de Bristol. Dos términos de los que Massive Attack renegaba de forma tajante, pero que -no obstante- se hicieron recurrentes tras la aparición del “Dummy” de Portishead y del “Maxinquaye” de Tricky.
En la antesala de su visita a Chile, continuamos la revisión de la discografía de Massive Attack con “Protection”, el segundo disco de los británicos. Un álbum que incluye colaboraciones de Tracey Thorn, Tricky, Horace Andy, Craig Armstrong y Nicolette.
Hay muchos discos que, por distintos motivos, pueden marcar la vida de las personas. “Blue Lines”, en particular, sella el destino de muchos al enseñar que la plasticidad sí puede existir en la música, y que con un poco de suerte, es posible palparla, jugar con ella y hacerla tuya.