Luis Catalán
El terreno del pop parece ser un mundo manipulado por la industria discográfica y ritmos pegajosos, desde el incomparable Michael Jackson y el bailable Justin Timberlake, lleno de colaboraciones, hasta las baladas románticas de un día domingo en la radio AM. Ahora, ¿cuándo nos vemos enfrentados a una buena canción pop? ¿De ésas que acompañan los viajes, que suben el ánimo o lo destruyen, que volvemos a reproducir para replicar dicha sensación?