Lollapalooza
Comenzaba a cerrarse la cuarta edición de Lollapalooza Chile y una gran cantidad de fanáticos se alejaba de los escenarios principales, dejando el extraordinario final de show que ofrecía en ese momento Arcade Fire y el set del último cabeza de cartel del evento, Soundgarden, para conseguir ubicación en el apartado PlayStation Stage y así tener una cita con la historia. Ahí estaba programada una agrupación influyente y legendaria, de credenciales pocas veces vistas en la versión local del festival: New Order.
Muchas personas que viven de la industria musical -y también quienes la consumen- alegan la carencia de sangre desde la caída del grunge, y en especial durante la hegemonía de Internet y las máquinas como principal motor de creación y distribución. Extrañan un proyecto propositivo, más allá de una bonita foto o artilugios dispensables. Hablan de la ausencia de una nuevo nombre, digno de congregar y mover masas no sólo por imitables cortes de pelo. Arcade Fire se presentó el día domingo en Lollapalooza Chile 2014 y probó que hay esperanza.
Los gritos de la gran cantidad de fanáticas que se apostaban desde antes de las 17:30 hrs. en las cercanías del Coca Cola Stage eran la señal inequívoca. Ezra Koenig, Rostam Batmanglij, Chris Baio y Chris Tomson pronto asomarían por un costado del escenario para dar inicio al debut de una banda muy esperada en nuestro país: Vampire Weekend.
Pasado y presente. Por un lado estaba New Order, grupo de músicos venidos desde las cenizas del post-punk de Joy Division, encargados de cerrar la noche del domingo en el PlayStation Stage. Pero, horas antes de los británicos coronando ese escenario, sus compatriotas de Savages dieron un hipnótico show que no dejó a nadie indiferente.
Si hay que mirar lo ofrecido en Lollapalooza Chile 2014 y buscar lo más penoso, malo, pésimo y cuanto sinónimo falte, un nombre resume todo: Julian Casablancas. El paso del norteamericano por nuestro país -tanto en su bullado Sideshow como en su presentación en el festival mismo- decepcionó en grande e incluso lleva a cuestionar el momento y nivel de su carrera personal. ¿Qué te pasó, Julian?
Niño Cohete la tenía difícil en Lollapalooza Chile 2014, debido a un horario controvertido donde coincidían con grandes presentaciones (Johnny Marr) y otras no tan buenas pero sí populares (Julian Casablancas). El reto de tocar en simultáneo era desafiante, y se superó olímpicamente desde su puntual inicio frente a un Paris Stage repleto, con la dulce voz de Pablo Álvarez y el sonido “pop silvestre” que caracteriza al grupo.
“Johnny Marr sufrió la fractura de una mano”. La noticia, publicada el 12 de marzo, encendió las alarmas entre los amantes locales de la buena música. Justificadamente, muchos temieron que este hecho acabara de golpe con el esperado debut en nuestro país del ex guitarrista de ensambles como The Smiths y Electronic. Por fortuna, no pasó del suspenso: el legendario compositor no sólo tuvo una milagrosa recuperación sino que mostró un compromiso con los fanáticos que marcó una diferencia abismal en relación a Steven Patrick Morrissey, otrora amigo y compañero de banda.
Se esperaba que el debut en nuestro país de Portugal. The Man destacara dentro de la segunda jornada de Lollapalooza Chile 2014. Sin embargo, si bien cumplió con ser una sólida actuación, no estuvo entre los puntos altos. No fue por una mala calidad de sonido; además, la banda entusiasmó al público. Tuvo relación con factores ajenos, como la hora designada: a las 14:30 hrs. no circulaba mucha gente, y parte importante de la audiencia que vio a Ana Tijoux en otro escenario decidió reservar un lugar para lo que vendría ahí.
Al parecer, las ganas que tenía el público chileno de presenciar un montaje de Natalia Lafourcade eran recíprocas. Luego de iniciar el show con ‘La Fugitiva’ y continuar con ‘Amarte Duele’, la mexicana interrumpió una reformulada versión de ‘Casa’ para gritar lo mucho que había esperado venir acá. “Hace un tiempo vine a promocionar mi trabajo, pero no pude tocar”, nos contó en una entrevista, y eso es algo que ella tampoco entiende.
¿Es acaso Ana Tijoux nuestro mejor producto de exportación? Si nos basamos sólo en su presentación en el Coca-Cola Stage, a una hora inhumana (13:30 hrs.), cuando el sol pegaba más fuerte y las poleras negras de Joy Division comenzaban a invadir la elipse del Parque O’Higgins, podemos decir que sí. Los ojos del mundo la miran y su show ya no está para abrir un escenario o ser la segunda artista en la lista; corresponde cerrando un Stage o en medio de la parrilla internacional, codo a codo con los nombres importantes del festival.
Para los integrantes de Rama, lo que sucedió alrededor del mediodía del domingo en el Teatro La Cúpula (bautizado en esta ocasión como Paris Stage) fue un reconocimiento a la perseverancia. La coronación tras años ligados a la escena under del nu metal local, la oportunidad de estar en el ojo de la música chilena de hoy. Con “Imposible” (2013) bajo el brazo, el grupo regaló un show potente que hizo temblar los cimientos del recinto.
We Are The Grand era la banda encargada de dar comienzo al segundo día de Lollapalooza Chile 2014, y qué tremendo comienzo ofrecieron. Desde el tema de apertura elevaron los ánimos y consiguieron que la gente arribara a la fiesta. Ese espíritu caracterizó todo su set, manteniendo una excelente conexión con el público. Doble mérito, considerando la sorpresa de muchos que no habían escuchado antes al cuarteto.
Lo que sucedió en Sala Ómnium debe ser una de las jornadas emotivas dentro de los Sideshows de Lollapalooza Chile 2014. Más de 600 personas presenciaron el concierto de Johnny Marr, una leyenda británica e ícono de las guitarras de los ‘80 con su ex banda, The Smiths. El mancuniano llegó a presentar parte de su debut solista, “The Messenger” (2013), con un sonido potente y fresco, algunos elementos noventeros y riffs característicos, marca registrada que sólo él puede hacer.
Luego del show de Nine Inch Nails, que fue un mazazo a los sentidos, la vara quedó alta para la banda encargada de cerrar la primera jornada de Lollapalooza Chile 2014 y vaya que se notó. Red Hot Chili Peppers nunca dio en el clavo con su presentación, y el desgaste que arrastra la banda es evidente. Siempre es un agrado ver a un conjunto de estas características; incluso, fue el acto que más espectadores arrastró hacia la elipse del Parque O’Higgins. Pero faltó algo, demasiado como para que haya sido el encargado de enmarcar el día.
El primer día de la transmisión en línea de este festival fue, en términos amables, caótico. No por la elección de nombres o su distribución, sino por la falta de información previa: los artistas sólo se anunciaban minutos antes de poder ser vistos. Hoy, eso se ha prevenido.
La impresión automática que quedó sobre el final del sábado 29 es que Nine Inch Nails debiera haber cerrado la jornada en Lollapalooza Chile 2014. Era la segunda vez que Trent Reznor y compañía visitaban Santiago y todo el show estuvo marcado por el magistral uso de los sintetizadores.
La primera jornada de Lollapalooza Chile 2014 entraba en su recta final y, mientras el sol emprendía retirada, los espacios del Movistar Arena comenzaban a repletarse con miles de entusiastas de los beats. Llegaban expectantes a disfrutar del live set de uno de los números más sobresalientes y brillantes de la electrónica actual: The Bloody Beetroots. Este proyecto, junto a otros actos de renombre que tocaron en el LG G2 Stage, han sido parte de una favorable tendencia instaurada en el festival, que sorprende cada año con lo más destacado de la EDM internacional en su cartel logrando postales difíciles de olvidar para los amantes del género.
La historia de los franceses Phoenix y Chile va mejorando con el tiempo. Su primera visita ocurrió en el 2007, como teloneros del show de Chris Cornell en Espacio Riesco junto a The Dandy Warhols. En esa ocasión vinieron promocionando “It’s Never Been like That” (2006), y terminó siendo una cita sin éxito por diversos factores. Algunos estuvieron relacionados con ellos y otros califican de meramente circunstanciales.
Dentro de un rincón de Lollapalooza Chile 2014, en el Playstation Stage, subió al escenario una banda que parte del público no conocía y que, sin embargo, ya tiene 23 años de carrera y nueve discos bajo el brazo. Los estadounidenses A Fire Inside (también identificados por su acrónimo AFI) se presentaron por primera vez en Chile y las expectativas de sus fanáticos, de los que había un buen número, eran altas al momento de ver a este grupo que ha sido esquivo con nuestro país.
Ellie Goulding proviene de esa camada de solistas mujeres inglesas en la que se encuentran Polly Scattergood, Laura Marling, Kate Nash e incluso Lily Allen (aunque todas siguieron un camino propio desde el folk, el pop y la electrónica). Dentro de esa generación, es -quizás- la que ha tenido más éxito mediático pero, a la vez, la que se debe más a sí misma en términos artísticos. Tanto sus discos como su show en vivo muestran coherencia, calidad y preparación, pero desde sus inicios siempre se esperó más.
Una de las características de la llegada a nuestro país de Lollapalooza ha sido el constante cruce de generaciones. Sin embargo, este fenómeno se ha visto de la mano de espectáculos de artistas extranjeros y en escenarios principales. Pero hubo una excepción a esa regla en el episodio que ocurrió la tarde del sábado en el alejado Paris Stage para la presentación de los locales Upa!.
Jake Bugg es el nombre a recordar luego de la jornada del sábado. Precedido por un éxito meteórico en Gran Bretaña y el resto del mundo, el inglés de tan sólo 20 años ha sido catalogado como el nuevo Bob Dylan de estos tiempos y ha cosechado elogios a lo largo del globo. El músico ya había demostrado de lo que está hecho en el Sideshow que dio antes de su presentación en el PlayStation Stage. Los casi 600 espectadores en esa velada lo habían confirmado, pero ahora era el turno de ratificarlo.
Si bien no era uno de los actos principales, los estadounidenses Imagine Dragons llegaron a Lollapalooza Chile 2014 con el cartel de haber sido catalogados como una revelación, una de las mejores bandas del 2013, por medios como Rolling Stone o Billboard. Y cumplieron con esa expectativa cuando salieron al Claro Stage a las 16:45 hrs. y fueron recibidos entre gritos y aplausos por un buen marco de público.
El reloj marcaba casi las 16:00 hrs. de la calurosa tarde de sábado y sobre el Coca Cola Stage, ante un gran marco de público, hacía su aparición Cage the Elephant. El quinteto estadounidense regresaba a nuestro país para presentarse con un mayor rodaje y, también, aprovechar la oportunidad para sacudirse el recuerdo de su discreta actuación en el mismo festival, dos años antes. Algo que lograron, pero no de manera sobresaliente sino que sólo de forma correcta.