Inverness
A veces pasa a segundo plano, pero no debería ser el caso. La elección de un artista local para abrir el show de una visita internacional no es una decisión menor, pese a que parezca lo contrario. Muestra si una productora está o no en sintonía con el panorama del país, así como su capacidad (o falta de) para lograr un primer acto coherente con lo que le seguirá.
Bar Loreto, un recinto habituado a contextos más expresivos y fiesteros, sufrió un fenómeno particular e inverso la noche del sábado. Neil Halstead, cerebro de Slowdive y Mojave 3, símbolo de la escena shoegazer en los ‘90 y actual cultor del folk más intimista, propuso sobre el escenario no sólo un ritmo musical casi inéditamente aletargado para el local de Bellavista, sino también un verdadero estado de ánimo.