Comentario de Discos
La carrera de Karin Dreijer comenzó en los ’90 como vocalista de la banda Honey Is Cool, cuyo manager era su hermano Olof. Desde el momento en que los dos inquietos hermanos unieron esfuerzos y crearon The Knife, sus discos han pasado del dance-pop con tintes experimentales y siniestros a ser de todo, menos dance y pop. Colaborar junto a Planningtorock en “Tomorrow, in a Year” (2010), banda sonora para la obra teatral sobre la vida y cartas de Sir Charles Darwin, abrió más aún esa nueva perspectiva que se esbozaba en “Silent Shout” (2006): deconstruir sus propias canciones, sacudir los conceptos previos y dar un salto hacia lo inesperado.
Foals, banda oriunda de Oxford, cuenta con tres discos a su haber. “Holy Fire” es el tercero y, además, el “distinto” en relación a sus predecesores. Grabado en Londres, es difícil de clasificar dentro de algún estilo; hay quienes lo definen como parte del post-punk, mientras que otros lo catalogan de rock alternativo o incluso de art rock. Pero la única manera de saber como suena es la obvia: simplemente escuchándolo.
Pocas cosas más jodidas hoy en día -en cuanto al mundo de la música se refiere- que ser una banda británica cuyos primeros discos causan impacto. El nivel de presión que esto acarrea es, digámoslo, ridículo. Sí, las expectativas siempre han sido tema a la hora de hablar de artistas jóvenes, pero ahora se disparan demasiado alto, muy fácil. Ejemplos sobran y The Horrors cumple con todos los requisitos para ser uno de ellos.
La sensación que se vivía en la medianía de la década de los ’90 obedecía, con bastante fidelidad, a las características de una fuerte resaca. En lo político y económico, el fin de la guerra fría no proveyó al mundo de respuestas satisfactorias, sino que los cuestionamientos siguieron huérfanos de ideas frescas, abandonados a todo tipo de escrutinios pero sin ningún atisbo de solución. Los enfrentamientos bélicos, ahora disponibles al mundo en vivo y en directo, incrementó nuestra insensibilidad frente a la tragedia. La globalización, a todas luces, no era la panacea prometida.
La palabra Zeitgeist es un término acuñado por el romanticismo alemán, allá por 1769. Su traducción literal es “el espíritu de los tiempos”, haciendo referencia al estado general de una nación o un grupo específico, en todos sus aspectos: cultural, político, social, espiritual e incluso ético. Y desde su portada, es evidente que este disco apunta a esa crítica de lo que Corgan denominó el “fascismo emergente” en la política estadounidense.
Que Heligoland sean unas islas alemanas no nos importa lo más mínimo. Lo que nos interesa es el “Heligoland” de Massive Attack. Siete años después, Robert Del Naja y Grant Marshall se han dignado en dar continuidad a “100th Window”. ¿Ha merecido la pena la espera? La brutal “Live With Me” del “Collected no sirvió sino para hacernos la boca agua aún más. Un par de escuchas de “Heligoland” confirma el milagro. Ellos lo han vuelto a hacer. Las pistas que nos habían dado en el EP “Splitting the Atom” se ven magnificadas en el largo. Una sinfonía de cincuenta y dos minutos tan oscura como luminosa.
Hace dos años, Matt Elliott culminó con “Howling Songs” su catártica trilogía del desgarro. Lejos de dejarse llevar por la tristeza post-coitum tras la consecución de semejante obra, ha decidido ahondar aún más en la herida. Para ello, no ha querido continuar con la vertiente semiacústica de sus últimos discos, sino que ha recuperado The Third Eye Foundation. “The Dark” no es un álbum retorno al uso, sino que se asemeja a las esxperiencias discográficas que las otras dos bandas cabeceras de Bristol han realizado durante estos últimos años con “Third” y “Heligoland”.
La frase “Proto cyber metal” suena como una definición de estilo que bien podría creerse obra de algún subclasificador de la actualidad. Pero no. Son las palabras con las que el propio Billy Corgan explicó el sonido de “MACHINA/The Machines of God”, el principio del último capítulo de The Smashing Pumpkins y el intento por crear un punto de consenso entre las guitarras y los sintetizadores de sus dos elepés anteriores.
Hace unos tres años y a razón de su disco “Daybreak”, una revista de rock definía a The Ganjas como “sicodelia con afinación stoner”. Probablemente, ni la primera ni la última vez en que se hizo tal asociación de ideas en relación a su sonido. Un estilo propio, un sello único, pero que jamás hubiera existido de no ser porque su guitarrista y vocalista, Sam Maquieira, fue uno de los miembros fundadores de otra agrupación.
Los Pendex no quedaron conformes con lo entregado en su debut homónimo, y decidieron que el paso del tiempo no sería un gran aliado. Siguieron deambulando, sin pensarlo demasiado, con la ansiedad de poder exteriorizar lo antes posible sus pensamientos, los síntomas propios de la mocedad de un cuarteto que ya arrojaba un disidente: el guitarrista Juan Pablo “Mecha de Clavo” Arredondo, quien partió a ejercer funciones a Fiskales Ad-Hok y fue suplido por Ricardo Halabi. El resto de la pandilla sigue intacto.
Pendex (o Los Pendex, como se llamaban en sus inicios) es una banda que estuvo donde tenía que estar. Que nació en el momento y lugar exactos. Un ente musical que no podría haber existido a pleno, sin la serie de circunstancias que los rodearon.
Cualquier proyecto paralelo a The Ganjas, desde su concepción, ya es atrayente. Por estilo, calidad…
El último sábado de abril del año 2004, la Radio Universidad de Chile inauguró el ciclo de sesiones Chile Música en Vivo, presentando a The Ganjas. Fue un día 24, en la Sala Master, con el entonces cuarteto en una etapa transitoria entre su debut homónimo y la preparación de un segundo álbum. La experiencia resultó tan positiva para la banda, que fue inmortalizada en Fuma y Mira, para su preservación como testimonio del momento que vivían. Son seis canciones que retratan a músicos enfrascados en la pesquisa de sí mismos, por separado y como ente global.
Lo que empezó siendo una pequeña broma para terminar los conciertos, ha terminado cristalizándose en un EP de siete canciones de tirada limitada que, por el momento, sólo se comercializa a través de su página oficial. A la encantadora cover de “Creep” (que cuenta con dos versiones en este álbum: una divertida y resacosa registrada durante una prueba de sonido previa a su concierto de Berlín y otra grabada en Praga, que se acerca más a la que pudimos disfrutar durante su última visita a la Sala Caracol), se han unido varias de las canciones más conocidas de Radiohead.
Por si hacía alguna falta, este “Hawk” saca de dudas a todos aquellos descreídos que pensaban que la unió entre el líder de Screaming Trees y la que fuera vocalista femenina de Belle and Sebastian era flor de un día. Puede que la combinación haya perdido el factor sorpresa con el que nos golpearon en “Ballad of the Broken Seas”, pero la composición y la interpretación siguen siendo impecables, confirmándose como la pareja musical más sexy de los últimos años.
Así como el EP “Another World” sirvió de anticipo para “The Crying Light”, este “Thank You For Your Love” hace lo propio con “Swanlights” que llegará a nosotros en Octubre. Repetición de estrategia, pero con resultados diferentes. “Another World” contenía alguna de las mejores composiciones de Hegarty, como la propia “Another World”, “Hope Mountain”, “Crackagen” o la brutal “Shake the Devil”; por el contrario, las contenidas en este EP no parecen nada más que descartes.
Mucho tiempo -quizás demasiado- se demoró Maps & Atlases en editar su primer disco de larga duración. Desde su formación, en 2004, hasta ahora, los norteamericanos contaban con tres EP’s bajo el brazo y faltaba coronar su trabajo con un LP, el esperado Perch Patchwork (2010).
De vuelta al año 2002, de vuelta al inicio de este viaje. De vuelta al…
Tres lanzamientos consecutivos en tres años cansan a cualquiera. Guiso necesitaba oxigenarse y contemplar lo hecho, con miras a no caer en el autoplagio. Una preocupación evidenciada en el notable 4+1, editado el 2005, donde mostraron que también podían jugar a ser prolijos y que la suciedad de antaño era una decisión consciente. Es Difícil Hacer Cosas Fáciles es el primer gran disco de los santiaguinos, si aplicamos esa clasificación bajo criterios estrictamente sonoros y no por méritos extramusicales, como había sido la tónica al evaluar los dos entregas iniciales de los santiaguinos.
"Que le den por culo a tus amigos / pasa de ellos y ven conmigo".…
Cuando tu afán, al armar una banda, no es el de cumplir cánones o cultivar…
Si a uno le hablan de una banda, cuarteto en este caso, oriunda de Valdivia…
Se los ha relacionado con The Rapture, Blonde Redhead o los Yeah Yeah Yeahs, y…
Cuando el trío sueco The Radio Dept. lanzó el año 2003 su recordado debut “Lesser…