La escena es la siguiente: una mujer enfrente mío perrea hasta abajo. Su amiga -a su lado derecho- está transmitiendo en vivo por Instagram. Estamos bastante atrás del Loreto, pero da lo mismo, la gente se prende y salta intermitentemente entre canciones y estímulos. Casi como si pararan una canción para descansar y poder volver a perrear en la otra. En el escenario, Gianluca y la Princesa Alba hacen de las suyas cantando ‘Summer Love’.
Desde el comienzo que la noche demostró que está precisamente para eso: pasarlo bien. Ya lo presagiaba el DJ que antes de que saliera Gianluca puso ‘Gata Fiera’, produciendo una reacción que veía desde la década pasada. No importó que fuera un miércoles, que el esperado Pablo Chill-E llegara con una hora de retraso, que hubiesen sapos en el público buscando a los que prendían los caños tratando de pasar piola, ni menos los típicos perkines que fueron a figurar a Loreto. No, filo, como cantan en ‘Sismo’: no me llevo con los giles creo que tengo autismo. Si uno ya cruzó Bella fue porque valía la pena el pique.
El show de Gianluca es uno que juega a ganador, porque básicamente, se gana al público en el carrete, cuando alguien pone su música preguntando “¿no cachai a Gianluca?”, y para cuando llegas a verlo en vivo ya te sabes todas las canciones. Cuando sale a escena, el público ya está listo. De hecho, que sea el lanzamiento del último single, el ya mencionado ‘Sismo’, parece casi anecdótico, lo importante está en bacilar.
Y ahora que ya dejamos claro que Gianluca entra ganando dos cero -por hacer una comparativa bien obvia que se entienda-, tampoco hay que desvalorizar que con un show de tres personas -guitarra, Tyto en las bases y él mismo en la voz- prendió fácilmente a todo el público. Es más, hasta partió con una de las canciones más tranquilas: ‘La calma’, que igual tuvo una acogida gigante. Quizás poco importa hablar una por una de las canciones -aunque igual lo voy a hacer en el siguiente párrafo-, porque todas fueron casi igual de celebradas.
Eso sí, hay algunas a las que no se les puede hacer el quite: la ya mencionada ‘La calma’; el perreo gigante que armó ‘Amor platónico’; la chiqui-nostalgia de ‘No te vayas’; ‘Esto no es una canción de amor’ del Polimá, que fue una de las más celebradas; la ya clásica ‘Siempre triste’; ‘Summer love’ cantada con la Princesa Alba y el casi beso que se dieron; la genial ‘Estoy bien’; la gigante ‘Vortex’ y ‘Rosas’, con una rosa regalada desde el público. ¿Por qué estos temas? Son las canciones con frases más reconocibles: “corazón congelado, dime Articuno”, “o vemos Virgen a los 40” o los insistentes “Esa nena está pegada”, todas coreadas con la guata y bailadas con más ganas que ritmo por el público.
Si bien hubo cosas malas, como que casi no se escuchaba a Gianluca entre canciones -por lo bajo que habla- o el atraso de Pablo Chill-E, lo sacó adelante a puro pulso y temazos. Al final, un show así es el que te hace querer levantarse de la cama la noche del miércoles.
A pesar de la cantidad de personas que fueron sin cachar una -muchos hombres acompañando a mujeres con hartas más ganas de bailar que ellos-, el Gianluca logra prender, y hasta lo hace sin esfuerzo, o al menos así se ve. Como dice una de las canciones que no tocó: “(…)y es que no se lo que tu tienes, pero me tiene enganchado, me tienes como virao”. Y realmente, ayer parecía que Gianluca los tenía a todos enganchados, a todos como viraos.
*Fotos: Val Palavecino