El nuevo álbum de Tool demoró cerca de trece años en llegar, lo cual es demasiado. A estas alturas, ya éramos muchos los que pensábamos que efectivamente la producción demoraría diez mil días en ser lanzado, como si fuera un mal chiste de Maynard (cosa que no nos extrañaría para nada), pero no pasó. Al final, sólo transcurrieron 4 mil 869 jornadas hasta que Fear Inoculum llegó a nuestras vidas.
Todos estamos de acuerdo en que Tool es una excelente banda. Tal vez no es la mejor del mundo, tampoco la más compleja de todas -como muchos fans acérrimos piensan-, pero es un buen exponente del metal progresivo. Uno que ha dado discos importantes al mundo, como Lateralus, Ænima y 10,000 Days, sólo por mencionar algunos, lo cual aumentó el hype a niveles insospechados cuando, año tras año, el grupo retrasó la llegada de su nuevo álbum durante demasiado tiempo, generando la respuesta que todos nos hacemos a estas alturas (y sobre todo tú, que estás leyendo esto): ¿valió la pena la espera realmente?
Todo abre con ‘Fear Inoculum’, track que le da nombre a este último trabajo, el cual generó críticas diversas en medios de comunicación y comunidades de fans. Posiblemente no fue la mejor opción para comenzar un disco de estas características, pero así lo decidió Maynard y compañía, y es ese punto el que más se nota en el desarrollo de todo el LP: la banda tuvo un control absoluto de la producción de la placa, a pesar de que el rol oficial lo tuviera Joe Barresi. Hay diversos guiños a canciones anteriores en múltiples pasajes de los temas que componen este compilado, como si nos estuvieran dando un fan-service a todos los que esperamos durante demasiados años este momento, pero aún así, algo falta. Pero no cualquier cosa, sino algo importante.
Es como una costumbre, a estas alturas, que las bandas con ciertos años de trayectoria hagan canciones que demuestran todo lo que han aprendido durante el transcurso de su carrera, y Fear Inoculum es justamente eso, un pequeño compilado de lo mucho que sabe el grupo sobre música, específicamente de su género y de sus propio catálogo musical, no obstante, el disco carece de momentos recordables. Tal vez es por la cultura del streaming al que todos estamos ya tan acostumbrados, o porque -claramente- nunca se han caracterizado por hacer temas tradicionales, sin embargo, acá no podremos encontrar ningún cariñito hacia el nuevo oyente. El quinto álbum de estudio de los norteamericanos es un regalo para sus fans -y claramente para ellos mismos-, pero difícilmente están invitando a aquella persona que los descubrió un mix cualquiera de Spotify, y en el fondo, eso está bien. No se adaptan a los nuevos tiempos, pero es lo que podíamos esperar por parte de Tool.
En una entrevista publicada por Kerrang, Danny Carey dijo que Fear Inoculum “ha sido escrito y compuesto para ser un álbum, una experiencia en la que concentrarte durante 80 o 90 minutos. Pero no sé cuánta gente queda en el mundo dispuesta a hacer algo así. Cuando era niño compraba discos y los ponía de principio a fin. Así crecí y sigo haciéndolo”, lo cual queda absolutamente claro cuando notamos que seis de los diez temas que componen esta placa en su versión filtrada superan los diez minutos de duración. Tal como dije antes, es un álbum de Tool para ellos mismos y para sus fans, pero no para alguien más fuera de ese círculo.
¿Bueno o malo? Yo quedé contento, pero el juicio final queda en manos de ustedes, queridos lectores. Eso sí, es tremendamente importante señalar que la producción se perfila como uno de esos álbumes que, mientras más los escuchas, más crecen en ti. ¿Tanto o más que Lateralus? Aún es demasiado temprano para afirmarlo.
Resumiendo: Es un tremendo álbum, pero está lejos de ser lo mejor del año. A pesar de esto, si estabas esperando ansioso el nuevo álbum -sobre todo después de tanto tiempo-, vas a quedar tremendamente satisfecho. Ahora falta que venga Tool (?)
Lo mejor: ‘Descending’ y ‘7empest’. Mención honrosa para ‘Chocolate Chip Trip’.
Nota: 7/10