Por lo bajo, hace unos dos años que no se veía un show tan espectacular en el cierre de Lollapalooza Chile. Lo hecho por The Killers tuvo de todo: hits, fuegos artificiales, confeti, desplante, carisma y hasta un homenaje a Liam Gallagher. Un amplio sentido del espectáculo fue el que se vivió en el VTR Stage, una presentación a la altura de las circunstancias para una de las mejores ediciones del festival.
Al ritmo de ‘The Man’ y con una sorpresiva explosión de confeti, Brandon Flowers le daba la bienvenida a la sexta visita de los norteamericanos, quienes no se reservaron nada y se embarcaron en un setlist cargado a los grandes éxitos de la banda y dándole cabida también Wonderful Wonderful (2017), su elogiado regreso a las pistas. ‘Somebody Told Me’ y ‘Spaceman’ activaron el karaoke masivo, acompañados por acertadas visuales y juego de láseres. The Killers se la jugó trayendo un pedacito de Las Vegas al parque.
Aunque Mark Stoermer y Dave Keuning ya no giran con la banda, reduciendo su desempeño solo al trabajo de estudio, Jake Blanton y Ted Sablay han suplido eficientemente el espacio dejado por los miembros originales. A esto se le suma un trío de coristas que matizaban ciertos pasajes del show. Punto aparte merece también lo hecho por Ronnie Vannucci Jr. quien dio la vida en cada redoble sobre la batería.
The Killers conoce al dedillo el manual de los festivales, llegando a conectar seis hits de manera ininterrumpida durante la presentación: ‘Jenny Was a Friend of Mine’, ‘Smile Like You Mean It’, ‘For Reasons Unknown’, ‘Miss Atomic Bomb’, ‘Human’ y ‘A Dustland Fairytale’.
Un inesperado momento se vivió cuando Flowers y Sablay pasaran hacia adelante del escenario, para interpretar una versión acústica de ‘Wonderwall’, canción que fue coreada, a modo de desahogo, por todo el Parque O’Higgins. Además Brandon reparó en los problemas médicos del británico y recalcando su admiración por Liam al afirmar que es su rey.
El cierre con fuegos artificiales en ‘When You Were Young’ y ‘Mr. Brightside’ era lo mínimo que podían recibir en un show redondo, de un claro espíritu festivalero, porque The Killers apunta a ese nicho, a la masividad y vaya que le sienta bien.
*Fotos: Ramiro González