El salto de los discos al lineal de la serie media y este tipo de reediciones sirven para que jóvenes descreídos/inventores de la pólvora nos demos cuenta de la necesidad de escuchar con más atención a esos grupos que estigmatizamos de primeras (casi) sin razón aparente. La banda de Robert Smith es el mío. Videoclips, singles, un par de vueltas al “Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me” y unas pocas más al “Pornography” no me habían calado en absoluto. Si acaso me habían producido alguna que otra carcajada. En resumen, para mí The Cure eran portadores de una estética irrisoria y de una pose de drama queen insoportable (sí, un fan de Mozz acaba de escribir esa frase). La noticia del lanzamiento de una nueva edición del llamado disco icónico de la banda me hizo dudar; pero el aval de la funda y la etiqueta “Deluxe Edition” de Universal (distintivo de éxito seguro) me animó del todo.
Puede que un triple disco no sea lo más indicado para iniciarse en cualquier grupo, pero sorprendentemente los cuarenta y cuatro temas que componen esta edición, en la que ha participado el propio Robert Smith, terminan por quedarse cortos. Además del original remasterizado (impecable), contiene veinte demos y el directo “Entreat” de Wembley con cuatro temas adicionales. Desde la emotiva “Plainsong” hasta la ‘esperanzadora’ “Untitled”, pasando por himnos como “Lullaby” o “Fascination Street”, hasta componer una sentida sinfonía de sintetizadores e historias atrabílicas para no dormir. Un onírico mundo lleno de confesiones y trampas como “Last Dance” o “The Same Deep Water As You”. Para dar un paso más en la conversión están las demos del segundo disco (la mayor parte instrumentales) en las que se puede certificar aún más la calidad de la línea melódica de Pictures of You”, de la versión de Robert Smith del tema de Wendy Waldman “Pirate Ships” o la inquietante “Delirious Night”. Asignatura pendiente superada.