Con un 2010 que lo mantuvo ocupado en quitarle el polvo acumulado a los emblemáticos Pavement, reflotar su nombre y embarcarse en una gira por diversos rincones del mundo –que, lamentablemente, no pasó por nuestro país-, Stephen Malkmus llega a imprimir el aire fresco que significó el reencuentro con viejos camaradas y grabar una nueva entrega con The Jicks.
“Mirror Traffic” es el nombre de esta obra. A lo largo de los quince tracks que lo componen podemos notar absolutamente todas las artimañas que Malkmus ha reflejado a lo largo de su carrera. Como uno de los próceres del llamado rock alternativo de principios de los ’90, el hombre y su banda nos legan testimonios portentosos como ‘Senator’ y ‘Tigers’, mucho uso de guitarra, trabajada melódicamente, acercándose al blues en ‘Brain Gallop’.
Stephen Malkmus no es ningún aparecido. Sus años de trote le han dado la experiencia necesaria para estar al mando del timón y ser capaz de llevar a sus compañeros a viajes que pueden rondar la perfección, como en la delicada ‘No One Is (as I Are Be)’ y la genial ‘Stick Figures in Love’. Su voz sigue intacta, y la dicotomía que ostenta sigue imberbe: su aspecto cansino y desganado sigue tan envolvente como siempre, y nunca suena fuera de lugar. Por algo se ve tan cómodo llevando el paso en la acelerada ‘Spazz’ o aminorando las velocidades en ‘Gorgeous Georgie’.
Otro dato a considerar es que para la grabación de este opus, el hombre encargado de asistir desde la consola de producción fue nada menos que Beck, quien no esta ahí sólo por nombre. Su mano se nota en la ya mencionada ‘No One Is (as I Are Be)’, y hacen perfecta química con Malkmus en materia de experimentación, ya sea de manera instrumental o con voces, característica que no predomina en esta obra, pero cuyas escuetas intervenciones lo enriquecen enormemente (‘Fall Away’, ‘Forever 28’).
Stephen Malkmus, luego de su reunión con Pavement, confirmó con nuevos bríos sus votos con los Jicks. De la mano de un colaborador notable como Beck, “Mirror Traffic” se erige tranquilamente, casi con paso cansino, como una de las obras cumbres de este 2011.