"All days are nights to see till I see thee"… Rufus elige uno de los versos más devastadores del Bardo para titular su disco más personal hasta la fecha. En este sexto largo, Wainwright escoge a William Shakespeare como fiel escudero (adapta tres de sus sonetos) y abandona sus característicos arreglos orquestales y demás artificios para construir una estructura musical desnuda (para nada simple) con su voz y su piano como únicos actores de este drama.
El fulminante cáncer de su madre Kate McGarrigle (respetado icono folk y ocasional pianista de lujo en sus últimas giras) es el leitmotiv del viaje introspectivo que el divo realiza durante los doce temas que componen este "All Days Are Nights: Songs for Lulu". "My mother’s in the hospital / My sister’s at the opera / I’m in love but let’s not talk about it". Con semejante confesión, "Zebulon" es la pieza que mejor representa este drama, que también sale a relucir en "Sad with What I Have" o en "Martha", una peculiar conversación telefónica frustrada en la que Rufus expone la necesidad del perdón familiar por parte de su cabreada hermana. "Time to go up North and see mother / Things are harder for her now".
Como un niño bueno, nos cuenta el exasperante día a día con las ausencias y presencisa de Kate, papá Loudon, Martha y su pareja Jörn. Unas composiciones que cobran un cariz más profundo si cabe tras la defunción de Kate semanas antes del lanzamiento del disco. Estamos ante un Rufus más confuso de lo habitual, pero que no se despega de la procacidad a la que nos tiene acostumbrados. Esa pose aparece sobre todo en "Who Are You New York?" (nueva oda de amor-odio hacia la Gran Manzana) o en "Give Me What I Want and Give It to Me Now!" (declaración de intenciones y una de las canciones más personales de su opus).
Se muestra herido, lastimado por la devastadora naturaleza de la Belleza que le rodea y su consiguiente deterioro. Es ahí donde entra en juego la segunda parte del título: "Songs for Lulu". Para Rufus, la Lulú encarnada por Louise Brooks es la perfecta representación del lado oscuro. Bella confidente y acompañante perfecta para embarcarse en una buena esprial de autodestrucción. Esta belleza oscura embriaga todo el álbum y se crece sobremanera en la carrolliana "The Dream". "And I am left behind / Corrupted crushed and blind / All for a dream / That in truth was never really mine". ¿Sueño de Alicia o del Rey Rojo? Tranquilo Rufus, puedes seguir durmiendo después de un trabajo tan bien hecho como este.