La cuestión con Royal Blood fue una incertidumbre constante. Desde las 14:15 se notaba que algo raro pasaba, y es que a esa hora Las Pelotas debía salir al escenario Itaú y en lugar de eso solo se veía en las pantallas un mensaje que decía: “Escenario con atraso”. Terminaron reprogramando a Las Pelotas a las 16:15 en el mismo escenario, hora a la que tocaría Spoon, que terminó cancelando. Entonces ¿Qué mierda estaba pasando?
Una tormenta eléctrica en la cordillera terminó haciendo que muchos de los equipos de las bandas de ese día no llegaran a la hora, es por eso que Spoon canceló, Oh Wonder tocó solo cinco temas -y en acústico más encima- y que Anderson .Paak y Royal Blood intercambiaran horarios y escenarios. Mientras Chance the Rapper armaba una fiesta en el VTR Stage, uno se preguntaba si Royal Blood, la única banda de rock relativamente pesado del día tendría que hacer como Oh Wonder y tocar en acústico o cancelar a último momento.
Bueno, como bien dejó en claro el rico de Mike Kerr en medio del show, tuvieron que esperar a que llegaran los instrumentos, pero a la hora que Anderson .Paak estaba tocando, el equipo arribó al país, lo que les dio tiempo para armar el show en el Acer Stage. ¿Lo malo? Tuvieron que cortarles quince minutos para que Zara Larsson y Camila Cabello pudieran tocar después que ellos.
Al final, Royal Blood funcionó como una suerte de oasis en el desierto del pop para los fans de Red Hot Chili Peppers. Tal como el día anterior pasó con Ego Kill Talent para los fans de Pearl Jam. La única diferencia es que acá en Chile Royal Blood tiene una cantidad de fans bastante grande, que ayer se hizo notar dejando el cielo aún más nublado de lo que ya estaba por la tierra que levantaban sus pogos.
Lo que pasó en el escenario fue increíble, aunque tocaran dos temas menos que en Argentina. Lo que pasó en el público fue igual de increíble, solo que en sentido opuesto.
Mientras en las filas de atrás había hasta niños pequeños cabeceando y conociendo la música de Royal Blood, en la parte de adelante un grupo de fans de Larsson y sobre todo de Camila Cabello habían estado esperando todo el día para ver a su ídola, hasta que gracias a los problemas ya mencionados les tocó ver a Royal Blood en vez de a Anderson .Paak. Varias denunciaron tocaciones, golpes, una recibió un botellazo, desmayos y burlas de todo tipo.
Entendiendo que es un festival lleno de bandas de diferentes géneros, que dos propuestas muy diferentes se presenten en el mismo escenario es una posibilidad real, pero ¿quién responde por los acéfalos del público? Entendiendo que claramente no son todos los fans de Royal Blood (una aclaración, para los duros de mollera), pero sí una cantidad considerable que hasta se quedaron después del show solo para molestar a las fans de las otras artistas.
Al comienzo este review se iba a llamar “El amor supera el caos”, en referencia a cómo los fans hicieron que el show saliera adelante a pesar de todo el desorden del Lollapalooza. Qué lata, porque Royal Blood sonó impecable, dieron un show sólido y verdaderamente sorprendente. Por otro lado, todo eso se ve empañado por la tontera de algunos de sus fans que se creen superiores solo por escuchar otro tipo de música que no es pop. Sin ir más lejos, uno de los comentarios de Youtube -con 54 me gusta hasta el momento- dice: “Mala idea ponernos con las fans de camila cabello”, casi todas las respuestas a ese comentario son solo hombres tratando de mantener su virilidad por medio de la música que escuchan. Ni la cancelación de Liam da tanta rabia como esto.
Qué pena que mancharan la presentación, pero más importante: qué pena por esas niñas, muchas de las cuales asistían a su primer concierto y que se toparon con un montón de gente en necesidad de reafirmar su frágil masculinidad. Si este es el rock and roll del que tan orgullosos se sienten, pueden metérselo en la raja.
*Fotos: Maira Troncoso