Este año fue de regresos inesperados dentro de la escena nacional; el avasallador reencuentro de Jirafa Ardiendo, la emotividad de Taller Dejao, lo de Disturbio Menor en el mundo del hardcore y hasta las esporádicas apariciones de Tobías Alcayota. Pero estos regresos pueden servir de excusa para una buena despedida, como en el caso de Primavera de Praga el pasado 29 de noviembre. Porque, efectivamente, los oriundos de Los Ángeles jamás tuvieron un adiós arriba del escenario, solo se mantuvieron estoicos en un escueto comunicado a través de Facebook. A tres años de esa decisión, Leo Saavedra y compañía repletaron el Club Chocolate para darle un bello punto final a la historia de la banda.
Los Praga comenzaron la fiesta con ‘La Peor Noche’ y casi le hacen honor al título del tema, porque la amplificación del local no funcionó, sonando la canción solo a través de los monitores de retorno. Una vez solucionado el desperfecto, el concierto fue un tren sin frenos, hits tras hits fueron sucediendo conforme avanzaba la velada.
Quizás fue el tiempo sin escuchar a la banda en vivo o la emoción de verlos por última vez, pero PdP sonó de manera increíble en canciones como ‘Las Siete Maravillas’ o ‘Rinoceronte’, situación que se confirmó con la “pequeña ópera rock”, en palabras del propio Saavedra, compuesta por ‘Salven al Sol’, ‘Pájaro Muerto’ y ‘Rojo y Azul’. El show también tuvo la participación de invitados especiales, el primero en compartir escenario fue Paolo Murillo para interpretar ‘Casa de Papel’, aunque el virtuosismo del penquista quedó solapado por la amplificación. Para la ocasión también dijeron presente Cristián “Soko” Soto y Carlos Beltrán, miembros originales en la génesis del conjunto, quienes interpretaron parte del set dedicado a Antología (2005), su primer disco.
Uno de los puntos altos de la despedida vino de la mano de Cata Rojas, invitada a interpretar la excelente ‘Emperatriz’. Otra postal para el recuerdo vino con ‘Himno del Universo’ que fue empalmada con ‘In The Flesh?’ de Pink Floyd, con un inspiradísimo Daniel Baeza en teclados. El último single de la banda lanzado este año, ‘Los Ángeles’, sirvió de final para la primera parte del show, aunque faltaban los temas más conocidos, el público sabía que la vuelta solo sería cuestión de minutos.
‘Capivara’ y ‘Trenes de Guerra’ acortaron la lista de temas que faltaban por interpretar, ya era inminente el final. ‘Anoche’ habría sido el cierre perfecto, una canción emotiva y coreable, pero amagaron dando el pase a ‘Advertencia’, remate ideal para una despedida alegre, llena de matices y nostalgia. Pareciese mentira que Primavera de Praga no volverá al ruedo, porque la calidad del concierto dejaba ese sabor de regreso triunfal a las pistas, pero la realidad es otra y no se puede cambiar. Un adiós con la frente en alto de orgullo, en compañía de amigos y con un repaso a sus cuatro trabajos de estudio en 24 canciones, motivos más que suficientes para encapsular el capítulo final en la historia de Primavera de Praga.