Reseñas
Diana Ross se subió al escenario de un reducido Movistar Arena la noche del lunes e hizo un recorrido por sus décadas de carrera frente a la audiencia local. Con un setlist compuesto sólo de hits -como era de esperarse- y acompañada de una banda local, una de las divas más importantes de la historia de la música popular sorprendió a aquellos que miraban esta visita con recelo.
Bar Loreto, un recinto habituado a contextos más expresivos y fiesteros, sufrió un fenómeno particular e inverso la noche del sábado. Neil Halstead, cerebro de Slowdive y Mojave 3, símbolo de la escena shoegazer en los ‘90 y actual cultor del folk más intimista, propuso sobre el escenario no sólo un ritmo musical casi inéditamente aletargado para el local de Bellavista, sino también un verdadero estado de ánimo.
Luego de su debut el 2009 en el Teatro Caupolicán y los conciertos que brindó en Lollapalooza Chile 2011 y el Centro Cultural Amanda, Chan Marshall arribó a Chile para hacer de Santiago una nueva parada en la gira de presentación de “Sun”, su novena placa. La cita fue en el Teatro La Cúpula, que no llegó al tope de su capacidad y donde los fanáticos de Cat Power se vieron algo entorpecidos al comienzo del show debido a las sillas que formaban filas ordenadas en la “cancha”, para su comodidad.
Qué diferencia hace un año y medio. Si “What Did You Expect from The Vaccines?” era un testimonio de un grupo que se estaba buscando a sí mismo en sus referentes, “Come of Age” es el siguiente capítulo. Ése que viene cuando el trabajo y las horas de experiencia arriba del escenario empiezan a entregar claridad sobre qué hacer (o no). Y si bien las influencias siguen ahí, el todo que es el segundo álbum de The Vaccines tiene eso necesario para poder hablar de crecimiento: una voz distinta.
La mera elección de un cover dice mucho de quién lo hace. Habla de sus gustos e influencias, y en ocasiones incluso de su sentido del humor. Pero, por sobre todo, cuenta cómo una canción marcó a alguien al punto de querer reproducirla, ya sea como homenaje o parodia. Los británicos The Vaccines ya habían tanteado este terreno con su versión de ‘Why Should I Love You?’ de R. Stevie Moore, pero entraron de lleno al tema meses después, con el segundo de los dos EPs gratuitos que lanzaron el 2012 en la previa a su siguiente elepé.
Es curioso cómo la ansiedad y las expectativas de los medios pueden hacer que una espera se sienta mucho más larga de lo que realmente es. Y, por supuesto, esta regla aplica perfectamente a The Vaccines. La prensa hizo que su debut se sintiera como el producto de un proceso eterno (aunque realmente tardaron sólo dos años desde la fundación del grupo en publicarlo), y éste aún estaba tibio cuando fans y “expertos” por igual ya estaban preguntando por su siguiente esfuerzo. ¿Presión? No, para nada.
The Vaccines es una banda que en su corta historia a la fecha ha enmarcado muchísimas características propias de nuestro tiempo. Con el hype británico (ése que siempre está buscando y ansiando encontrar the next big thing) inflando sus alas al proclamarlos como los próximos Arctic Monkeys, su debut estaba rodeado de expectativas disparadas y muchísima presión. En ese sentido, su título (un juego de palabras con parte de la letra de ‘Post Break-Up Sex’, uno de sus singles más conocidos) tiene doble significado: es una pregunta irónica, pero también sincera. Una inquietud propia de un conjunto al que la opinión ajena no lo domina, pero tampoco le es indiferente.
Pasadas las 10 de la noche, Television subió al escenario de la Ex Oz en medio de campanazos que se fueron disipando a medida que Billy Ficca probaba su batería. Fred Smith hacía lo suyo en el bajo, mientras Tom Verlaine y Jimmy Rip verificaban el perfecto sonido de sus guitarras para comenzar el show. Luego de unos minutos abrieron la sesión con ‘Prove It’, del famoso disco “Marquee Moon” (1977). Pero el público, lamentablemente, no tenía nada de expectante.
La noche del 21 de abril, ante una Ex Oz repleta, se llevó a cabo de una de las visitas menos probables en la historia de la música nacional. Muchos conocieron a Daniel Johnston por el maravilloso documental “The Devil & Daniel Johnston”, pero después de verlo no era posible imaginar que años más tarde su protagonista iba a estar en Santiago.
Las duras jornadas de festival estaban llegando a su fin cuando el dúo de rock blues The Black Keys subió al escenario. Los oriundos de Ohio llevaron al Claro Stage su tour El Camino, con una selección de veinte canciones de toda su discografía que incluyó sus singles más conocidos, como ‘Gold on the Ceiling’ y ‘Lonely Boy’, con los que la efervecencia del público fue en aumento.
Si hay un artista que dejó claro que lo que hace en vivo no tiene nada que ver con sus discos, ése fue Deadmau5. Lo que algunos podrían haber esperado en la antesala como una interpretación de temas de corte electrónico fue en realidad una rave colmada de saturación, donde el músico hizo gala de un ego mayúsculo al darse un lujo que otros se reservan para cuando llevan el doble o triple de carrera que él: reversionar sus propios temas.
La inclusión de Nas al cartel de este año es de lo más destacado que nos ha dejado Lollapalooza Chile en muchos sentidos. Tiene ribetes históricos, por tratarse de la presentación de alguien que consolidó una buena porción de lo que hoy conocemos como música rap, referente para toda una generación de nuevos personajes que hoy dominan el juego (“El MC favorito de tu MC favorito”, reza el refrán).
Se escondía el sol y A Perfect Circle ocupaba el Claro Stage a eso de las 18:45 hrs. para comenzar su show. El público se apostó en el lugar, mientras otros -cansados por la dura jornada- decidieron apreciar el espectáculo desde el pasto. Maynard James Keenan y compañía dieron inicio a su presentación con ‘Annihilation’, un cover de Crucifix presente en “EMOtive” (2004), para luego seguir con la sombría versión de ‘Imagine’ de John Lennon, parte del mismo largaduración.
El primer concierto en Chile de Bad Brains, el 2008, generó inmensa expectación por tratarse de una banda pionera dentro del hardcore. Sin embargo, aquella visita no trajo consigo ni a H.R. ni a Earl Hudson, miembros fundadores de la agrupación, lo que ahora subía las apuestas de su presentación en Lollapalooza Chile. Su música, la que transcendió no sólo a través de los años sino que también de las bandas, salvaría el día.
El Teatro La Cúpula era una especie de microcosmos dentro del universo que era Lollapalooza Chile 2013. Más transitable y cómodo, con mejor señal telefónica que buena parte del Parque O’Higgins y, por supuesto, muchísimo más fresco. Como lugar para ver música, un agrado. Como escenario para tocar, una trampa dispuesta para cualquiera que se dejara arropar por el relajo y terminara dando un show a media máquina. Pero con Protistas pasó todo lo contrario: desde el primer minuto mostraron pasión y entrega, como si fuera el show más importante de su carrera y como si tuvieran 5 mil personas delante.
La pelea por la mayor convocatoria del día domingo tiene a Franz Ferdinand como uno de sus mayores contendores A pleno sol, miles se dejaron agasajar por el impecable trabajo que Alex Kapranos y compañía brindaron a una audiencia fidelizada de antemano, poco conocedora de sus nuevas canciones (de las cuales soltaron 3 o 4) y sí muy cercana al primer repertorio, aquel que los hizo globalmente populares y que los dotó de grandes canciones que defender en vivo.
Yannis Philippakis es un guitarrista aventajado, de eso no hay duda. Foals suena como quiere en gran parte gracias a él. Y consecuentemente, el desempeño general como banda les permite relajarse por sobre la tensión de la performance. A pesar de ser un ensamble medianamente joven, muestran una fluidez y una espontaneidad dignas de agrupaciones que poseen décadas de circo.
Eran las 16:15 hrs. y todo el sol que abandonó la capital durante la semana laboral había vuelto en gloria y majestad a acompañar a los asistentes de la última jornada de Lollapalooza. Pero la alta temperatura no le importó a los fanáticos de Mike Patton y, específicamente, de su proyecto Tomahawk.
En la previa, en el papel, la idea de Keane en uno de los escenarios principales de Lollapalooza Chile 2013 parecía ridícula para algunos. ¿De verdad? ¿Ese grupito iba a mover la cantidad de gente suficiente como para justificarlo? Esos eran los pesimistas. Pero ni los más optimistas se podrían haber esperado el marco que recibió a los británicos a las 15:00 hrs. en punto del domingo, sobre todo con el sol implacable que recalentaba el concreto.
Los bluesman dentro de la escena mainstream están en extinción. Los requerimientos de la industria giran en torno a otros sonidos, siendo el hip-hop y el R&B la única música negra que tiene real impacto sobre las masas. Gary Clark, Jr. y su disco “Blak and Blu” supieron romper esa barrera, no sólo encantando a los medios sino también a cualquiera que lo escuche.
El que seguramente es el mayor aforo que ha gozado Lollapalooza en su entrañable historia local (que como sitio hemos visto con curiosos y agradecidos ojos) tuvieron quienes bajo cualquier arista y evidencia resultaban ser los artistas de mayor importancia, el número primo de un ramillete de espectáculos digno de un festival de alta clase. Antes de cualquier análisis, y como primer antecedente, hay que decir que un porcentaje notable de los asistentes al cierre del sábado vinieron sólo a eso: a ver tocar a Pearl Jam. Existen ciertas bandas que por intrincadas razones cultivan una raza de fanáticos autócratas, que no transan, que esperan y van a buscar lo que saben. Y en este caso la expectativa era lo mejor posible, desafío que los de Seattle supieron asumir con total y absoluto control de la faena.
Josh Homme jamás da un paso en falso. Se evidencia en cada riff, en cada cambio en la alineación, en cada proyecto que emprende. Ayer nos volvió a mostrar sus cartas, dejando en claro el por qué de su categoría de genio. Queens of the Stone Age inició un proceso de combustión difícil de parar, más aún si a su líder le encanta jugar con fuego. Santiago fue testigo de un show único, cual Nerón quemando Roma.
Luego de su presentación en el Teatro La Cúpula del día viernes, The Hives desplegó sus artilugios en la tarde de la primera jornada de Lollapalooza Chile 2013. A pesar de que el show fue más corto que el entregado la noche anterior, no se escatimó en crudeza ni energía arriba del escenario.