En 2004, dos franceses poco agraciados se rodearon de mil y una mujeres de bellos cuerpos y bellas voces y nos regalaron un disco de versiones. Clásicos incontestables como “Guns Of Brixton”, “Love Will Tear Us Apart” o “Too Drunk To Fuck” deconstruidos en clave bossa. ¿El resultado? Uno de los discos más curiosos, refrescantes y relajantes de la última década. Había nacido el proyecto Nouvelle Vague y sus creaciones-sacrilegios se extendieron como la pólvora: su “Teenage Kicks” a la televisión y su “Love Will Tear Us Apart” a nuestros corazones. Dos años después llegaría “Bande à part”, la fórmula comenzaba a agotarse y además una de las vocalistas principales, Camille, se había lanzado en solitario (con muchísimo éxito).
A pesar de todo, seguimos encontrando joyas en ese segundo disco: “Blue Monday”, “Heart Of Glass” y, especialmente, la brutal “Bela Lugosi’s Dead” y la gigantesca “The Killing Moon”. La confirmación llegaría de la mano de “3”. En esta ocasión, no nos encontramos ninguna referencia a la Nueva Ola francesa, el simplista título es la primera muestra de que la fórmula se ha estancado (y no para bien). A pesar de contar con la colaboración-sampler de Martin L.Gore, su visión de “Master & Servant” de Depeche Mode no llega a la altura de las anteriores recreaciones. Pese a todo estamos ante lo mejor del disco, junto a una desnuda “God Save The Queen” y una “All My Colours” con el mismísimo Ian McCulloch. Las demás creaciones no sirven para nada más que para ambientar cualquier tienda de moda tendenciosa que se les ocurra.