La naturaleza se ha transformando en el refugio de Neko Case. Desde hace cuatro años vive en una granja en Virginia, rodeada de animales. Ahí grabó “Middle Cyclone” (2009), donde se definió como uno más de ellos y dejó como último corte el sonido de grillos y ranas que deambulan una noche cualquiera por su hogar. Ahora, en su cuarto álbum en solitario, se dedica a enfrentar sus propios fantasmas: canciones de rabia, autoafirmación y coraje, así como una portada donde está sumergida en negras profundidades, rodeada de anguilas.
“The Worse Things Get, the Harder I Fight, the Harder I Fight, the More I Love You” abre con ‘Wild Creatures’, haciendo gala de un pasado campirano para desembocar en un climax épico (“hey, little girl, would you like to be the King’s pet, or the King?”). En ‘Night Still Comes’ su autora se deja acompañar por A.C. Newman para entregar una balada de certeza propia. ‘I’m from Nowhere’, folk a punta de guitarra, aporta la calma después del estallido de ‘Man’ (donde, con M. Ward en guitarra, se asume como la bestia que es: un hombre) y abre paso a la excelente ‘Bracing for Sunday’, una joya con esa acertada batería de John Convertino (Calexico) y ese irresistible saxo barítono de Steve Berlin (Los Lobos). La primera mitad cierra con, tal vez, lo mejor de esta placa: esa conmovedora avalancha a capela llamada ‘Nearly Midnight, Honolulu’, donde la acompañan Trayceanne Campbell (Camera Obscura) y el ya mentado Newman.
‘Calling Cards’ abre el segundo lado con una sutil y nostálgica trompeta, preparando al oyente para esa maravilla que es ‘City Swans’. Un comienzo a base de cuerdas y voz que crece de a poco y abre camino a una batería que ataca con todo, hasta llegar al coro. El cello de John Burns (Calexico) y un solo de guitarra de Carl Broemel (My Morning Jacket) aportan el dramatismo definitivo para el remate. Luego viene ‘Afraid’, original de la alemana Nico (ojo con la homofonía): una rendición emotiva, que transforma la fría original en un himno de transfiguración. ‘Local Girl’ toma los coros siempre acertados de Kelly Hogan y suma aires a Aretha Franklin, en una pieza estilo soul-gospel. ‘Where Did I Leave That Fire?’ aparece desde las profundidades, con sonidos de radar, rasgueos cual motor de lancha, piano inquietante y percusión marchante, condensando en su potencia la ansiedad de estar perdido y no encontrarse. Fuera de sí, pero conservando esa ironía ácida de siempre.
En una entrevista, Case dijo que durante una reciente depresión (que incluyó la pérdida de sus padres y su abuela) sentía que vivía como si intentara moverse bajo el agua, y que escuchar ragtime la había ayudado a sentir que todo mejoraría. El cierre de este álbum, ‘Ragtime’, habla de esa experiencia. Vuelven los bronces (sello definitivo del sonido de este disco) y, junto a ellos, una cita de “Moby Dick”: “There’s a wisdom that’s woe, and a woe that is madness”. Ciertamente del dolor puede surgir sabiduría y, con ella, también un trabajo increíble. Tal vez el más inspirado en lo que va del 2013 y un serio competidor para los recuentos de diciembre. Como un tornado blandiendo su espada, directo al primer lugar.
1. Wild Creatures
2. Night Still Comes
3. Man
4. I’m from Nowhere
5. Bracing for Sunday
6. Nearly Midnight, Honolulu
7. Calling Cards
8. City Swans
9. Afraid (original de Nico)
10. Local Girl
11. Where Did I Leave That Fire
12. Ragtime