Si antes Master Of Puppets lidió con el concepto de la muerte, ya fuera de forma directa (su portada) o indirecta (letras y espíritu), fue su sucesor el que se vio inconscientemente afectado por el deceso de alguien. La partida física de Cliff Burton de este mundo ronda cada track de …And Justice For All. Un disco pensado para referirse, a gran escala, a las injusticias circundantes – pero que, a larga y aún más que eso, lo que refleja y entrega es una profunda y honesta sensación de vacío.
Ah, y ‘One’. También.
Son probablemente esas mismas circunstancias las que provocaron la explayación imperante en este trabajo. No es menor que su tema más corto dure más de cinco minutos. Tiene relación directa con una forma distinta de hacer catarsis en su música: las andanadas adrenalínicas de thrash metal mutaron a un híbrido extraño, mezcla improbable de ése género con el rock progresivo. Sí, tal cual. Porque esos matices, esos cambios y esa complejidad compositiva no son sino lo más prog que ha compuesto Metallica en toda su carrera. Basta con escuchar el corte que le da nombre al disco para comprobarlo.
Ah, y ‘One’. También.
Las pausas, las estructuras son distintas. El reflejo sonoro de un momento único de su carrera, por circunstancias igualmente únicas. Un limbo, casi podría decirse; uno similar al estado mental en que se encontraban. Eso explica muchos pequeños detalles de este álbum, y de esta etapa en general. Que haya canciones que nunca hayan sido tocadas en vivo (‘To Live Is To Die’ y ‘The Frayed Ends of Sanity’), y otras que dejaron de serlo por más de una década (como ‘… And Justice For All’ – según Kirk Hammett, para no tener que ver gente bostezando al octavo minuto). Que, en otra decisión inconsciente más, el bajo apenas se escuche en la ecualización final (en las propias y críticas palabras de Jason Newsted, el reemplazante que aquí grababa con la banda por primera vez, y que nunca ha estado conforme con su sonido en esta vuelta). Quizás no era un buen momento para cosechar lo sembrado, pero después de tres entregas que llamaron la atención de millones, el mundo no estaba con ganas de esperar, y los terminó de elevar al panteón con este cuarto elepé. Pese a que los fanáticos rechazaron de plano la idea “comercial” del primer videoclip de Metallica.
Sí, adivine de qué tema.