Mucho tiempo -quizás demasiado- se demoró Maps & Atlases en editar su primer disco de larga duración. Desde su formación, en 2004, hasta ahora, los norteamericanos contaban con tres EP’s bajo el brazo y faltaba coronar su trabajo con un LP, el esperado Perch Patchwork (2010).
Sin duda que el sonido de la banda ha cambiado desde lo primero que escuchamos de ellos. El math rock, género en el que fueron catalogados, ahora está suavizado por sonidos más folks –incluso, más pop- y la voz de Dave Davison ha ido tomando un protagonismo que se hace cada vez más evidente. Es lo que sucede con el segundo track del álbum, ‘The Charm’, donde la voz nasal y desgarradora del vocalista es la única melodía, acompañada –y casi ahogada- por capas de percusiones en lo que podría ser un himno para cantar con rabia y un par de tragos en el cuerpo: ‘i don’t think that there’s a sound that i hate more tan the sound of your voice’, dice el comienzo de la canción.
Canciones digeribles, eso es lo que encontramos, aunque no se debe confundir con canciones predecibles. Así como con ‘Israeli Caves’, tema donde las armonías de las voces al principio, acompañadas de los arreglos de guitarra, podrían hacer pensar que el tema va dirigido a un lugar totalmente distinto al que termina. Es parecido lo que sucede con ‘Pigeon’, track que se desliga del resto en cuanto a la melodía y a los instrumentos que convergen en ella. Los vientos y las percusiones cuasi latinas de esta canción señalan el camino distinto que los músicos decidieron tomar para su primer disco de estudio. Puede que eso a algunos les guste y que a otros les desagrade, pero no se puede decir que no lo hayan logrado.
Si bien, en este disco abundan arreglos de guitarra minuciosamente trabajados, percusiones precisas y armonías más que pensadas, el verdadero protagonista es Davison, que sostiene –prácticamente- sólo con su voz varias de las canciones que forman este disco. Un trabajo bien hecho.