Los quiebres amorosos siempre legan como consecuencia el corazón roto de uno de los involucrados. Las ilusiones desparramadas y destruídas por el suelo, por muy común que sea, siempre aparentan ser un acto casi imposible de superar, y Los Planetas usaron ese tópico para enriquecer de principio a fin su tercer disco, “Una Semana En El Motor De Un Autobús”, que usa un hilo argumentativo que alimenta sospechas de su conceptualidad.
Visto como una historia, el disco parte por un engaño que es relatado en ‘Segundo Premio’ y ‘La Playa’. Los atisbos de venganza que trama ‘Desaparecer’, cuyo furioso rasgueo de J en la guitarra es complementado con los venenosos golpes en la batería de Eric, quien debutaba en el conjunto proveniente de Lagartija Nick, transformándose de paso en uno de los puntales en el afianzamiento del sonido de la banda. Huelga decir que la voz del vocalista juega un rol protagónico, ya que su acostumbrado timbre desganado es ideal para estas letras cargadas de dramatismo.
El dolor ineluctable que recogen cortes como ‘Parte De Lo Que Me Debes’ y ‘Ciencia Ficción’, la confusión de la que es presa el protagonista en ‘Un Mundo De Gente Incompleta’, la desolación alojada en ‘Montañas De Basura’ –la frasecasisúplica “Mi vida va a ser mejor de lo que fue, ¿qué va a pasar si no lo es?” es evidente- abrazan un punto de distracción en ‘Cumpleaños Total’ y ‘Laboratorio Mágico’, obvias menciones al uso de drogas no como ente de placer, sino como un mecanismo de evasión válido para un momento difícil cuya remisión parece no venir.
La música se sumerge en un mar de guitarras que beben de la escuela de Spacemen 3, Mercury Rev y sutiles toques de post-rock, una impronta que alzó a la banda española como referente en la escena indie de la madre patria. Para el final, el protagonista decide vivir y escapa de un seguro laberinto sin salida en la reveladora ‘Línea 1’, sentimiento que se hace patente en la redentora ‘La Copa De Europa’, y que cierran la obra cumbre de Los Planetas y que reflotó una carrera que iba al despeñadero y que los convirtió en una de las agrupaciones más importantes de España de los últimos veinte años. Un disco digno de apreciar y revisar.