La Antártica es un desierto. Inhóspito y de fuertes vientos, es el continente más seco y helado del planeta. Bajo el hielo, rocas con más de tres billones de años guardan sus secretos. Del mismo modo, el nuevo disco de Leo Quinteros es un entretejido minimalista, donde teclados y un bajo sintetizado otorgan los pequeños toques necesarios para la estructura fundacional de las canciones, comandadas principalmente por una guitarra acústica y la voz de su autor. Hablan de lo inevitable, de potencialidad, de silencio. “Y en el silencio pasa un Dios de largo”, nos dice el excelente track que abre y da nombre a este trabajo.
‘Hacernos Realidad’, su primer single, cuenta con la participación de Colombina Parra en voces y con una batería serpenteante que podría pertenecer fácilmente a “In Rainbows”, de Radiohead. Luego se abre la trilogía de abandono y destierro de ‘Escopeta y Plan’, con el toque noir de un saxofón que se arrastra e impregna los versos de óxido; ‘No Tú y Yo’, uno de los temas más sobrecogedores del álbum, con el melodramático e hiriente cello de Constance Ricard; y ‘Deja Pensar’, donde la duda explota desde la calma y llega a ser épica y ensordecedora: “Vida, ¿has puesto alguna salida?”.
‘Aumentando El Caos’, una de las pocas canciones fast tempo del disco, abre la segunda mitad con silbidos que canalizan la melodía y una letra que se desprende. “Está poniéndose las plumas para aumentar el caos”, algo inevitable, tal como lo señala la segunda ley de la termodinámica. Luego llegan ‘El Argumento’ y ‘Una Señal’, dos caras de una misma moneda: algo que se destroza en la primera (“y caen, se van, partes mías que eran tuyas”) y algo que se arma en la segunda desde pequeños retazos, como una historia contada entre líneas (“no es un secreto al fin, pero nombrarlo no es manera entre tú y yo”).
En ‘Pidiéndome Que Aprenda’ un atisbo de luz aparece envuelto en un simple y exacto riff de guitarra, junto a una sólida línea de cuatro cuerdas sintetizadas. Luego, la batería de Ítalo Araúz marca el ritmo como una procesión de olas permanentes en ‘Afuera No Me Acompañen’, que con su paso lento, como voces del pasado que rebotan, nos lleva de vuelta al barranco. Y es que en el catálogo de este compositor existe una tradición de temas de cierre épicos, y ‘Dados Sueltos’ no es la excepción: el epílogo perfecto para su disco más íntimo a la fecha, que lanza una advertencia definitiva: “Sentir que al fin caemos como dados sueltos, sin voz ni acción, sólo un cuerpo”.
Compuesto completamente por Leo Quinteros y producido por Mowat, “Antártica” fue grabado en los subterráneos de La Tienda Nacional y es desde similares profundidades que sus canciones cobran vida. Persistente y condenada a la vez, como toda forma de la misma. “Convéncete que todo es un sueño que vuelves a ver. Que todo es un sueño”.
1. Antártica
2. Hacernos Realidad
3. Escopeta y Plan
4. No Tú y Yo
5. Deja Pensar
6. Aumentando el Caos
7. El Argumento
8. Una Señal
9. Pidiéndome Que Aprenda
10. Afuera No Me Acompañen
11. Dados Sueltos