Julia Holter debutó este martes 11 de octubre en Chile, en el marco del ciclo Santiago Fusión, en el Teatro Nescafé de las Artes. Antes de que la estadounidense subiera al escenario junto a sus tres músicos, Altocamet abrió la jornada. La banda argentina, que tiene más de veinte años de trayectoria, mostró una parte de su repertorio cargado al trip hop y el shoegaze, incluido Más Allá, su último trabajo.
Luego de casi cuarenta y cinco minutos de show, llegó el turno de Julia Holter. Una de las primeras virtudes que se pueden detectar de sus presentaciones en vivo es el don que tiene para llevar sus canciones por diferentes pasajes. Si en sus discos nos encontramos con pequeños universos, en directo, estos se pueden apreciar más allá del sonido.
En la canción ‘Fuego’ de Violeta Castillo hay una frase dedicada al baile. “La forma en que tu cuerpo se mete en el aire”. En el caso de Julia Holter -sobria hasta la médula- sin siquiera moverse un centímetro desde el centro del escenario, esta idea se extiende. Sus canciones también funcionan con el cuerpo. La misma intensidad que se aprecia desde la batería o el bajo de sus músicos, se ve en sus brazos cuando intensifica sus maniobras en el teclado. Se sube en la punta de sus pies, se marcan los músculos de su antebrazo como símbolo de fuerza, al mismo tiempo en que su expresión se pone dura, a ratos hasta siniestra. Y no deja de ser dulce ni vulnerable mientras lo hace.
Es difícil hablar de este concierto con descripciones concretas. Podemos decir que estuvimos ante cuatro músicos expertos, que presentaron versiones más orgánicas que las grabadas en estudio. Que esta formación jazzy sabe aprovechar un teatro y que Holter tiene la suficiente visión para adaptar sus formatos y canciones seleccionadas de acuerdo al lugar en el que se presenta. Sin ir más lejos, cuando la vimos en Primavera Sound, el carácter del show fue diferente. Las canciones sonaban gigantes y cada una de ellas brillaba en su formato canción, coreables hasta decir basta, sin eliminar el componente etéreo que tienen. Por otra parte, en el teatro, la artista optó por incluir otros temas (‘How Long?’, ‘So Lillies’) con más de ese pop experimental desde el que la han clasificado, con más quiebres y más detalles. Algo que en espacios más pequeños y no al aire libre, es posible casi agarrar con las manos y evitar que se evaporen.
Sí, es difícil hablar de los shows de Julia Holter con descripciones concretas, porque es un concierto que apela directamente a lo sensorial. Está presente su sobriedad que la transforma en una reina del anti pop, pero al mismo tiempo, entrega canciones que por su estructura son la esencia del género. También una intensidad que regula como si fuera un engranaje de reloj suizo. Sin darte cuenta, te encuentras con un colchón sonoro que la acompaña en las frases dichas con dulzura y al segundo estás frente a una boca que dispara como cañón, junto a una banda que la sigue sin chistar. Pasar del cielo al infierno.
Canciones:
In the Green Wild
Lucette Stranded on the Island
How Long?
Horns Surrounding Me
Feel You
Silhouette
Everytime Boots
So Lillies
Betsy on the Roof
Heijinian
Vasquez
Encore:
Goddess Eyes
Sea Calls Me Home
Fotos: Jaime Carrera