Normalmente la hiperactividad suele ser un gran error por parte del artista. Contentar al público cada pocos meses suele conllevar fatales consecuencias. La mayor parte de las veces, las composiciones están todavía a medio hacer y la sobreexposición puede provocar que el respetable termine cansándose. En estos casos, ‘dejarse querer’ es la mejor opción para crear grandes expectavias (como Win y Regina), pero sin pasarse de rosca (como Bill Bailey). Un buen ejemplo de este craso error es “Go”.
El debut en solitario de Jónsi nos llea casi tres años después de su último lanzamiento con Sigur Rós y unos cuantos meses después del proyecto conjunto con su novio. La impresión que queda después de sucesivas escuchas es una ausencia total de sorpresa y una sensación de que un par de vueltas más a los temas se hubiese agradecido.
“Go” está hecho para contentar a los fans de nueva hornada, aquellos que encontraron en “Med sud í eyrum vid spilum endalaust” su disco angular. Pero también es una reincidencia que hace entristecernos aún más a los que añoramos los tiempos de “Agaetis byrjun” y aquella sensación de dejarse llevar y estremecerse en el momento en que el arco rasgaba su guitarra (siempre nos quedará el directo).
Este “Go” sigue a pies juntillas los pasos de lo último de Sigur Rós, tanto que si lo hubiese firmado con el nombre de la banda no hubiésemos notado diferencia alguna. Adiós a las atmósferas, sí a la fiesta. Con temas como “Boy Lilikoi” o “Go Do“ vuelve la alegría y lo terrenal a la voz de Jónsi, llegando al extremo de convertirse en una especie de diva discotequera en “Animal Arithmetic” o “Around Us”. Un cambio de registro de la mano de Peter Katis que se acerca más a los resultados de su reciente (y fallida) colaboración con Tiësto que a la magistral reinvención de Antony en “Blind”.
Esperemos que esto no suponga un adiós definitivo al ruido y a la introspección. Aspectos que sí logró recuperar de manera luminosa en el pasado “Riceboy Sleeps” y que en éste aparecen únicamente en la épica “Tornado”, en la calmada “Hengilas” (grandioso Nico Muhly) y, de manera magistral, en “Kolnidur”.
En esta ocasión, que haya venido el sol no ha sido nada bueno, mejor serán que vuelvan las oscuras golondrinas.
Audio: Jónsi – Time To Pretend (Cover)