El revival ochentero a estas alturas ya no es sorpresa para nadie. Como estrategia artística (o comercial, dependiendo del nivel de cinismo de cada uno) fue un éxito rotundo, y lo sigue siendo, aunque con mucho menos factor sorpresa. Ya pasó ese momento en que cargarse al electropop o a los sintetizadores era grito y plata por defecto. Ahora, después de MGMT, Empire of the Sun y todos los demás, hay un mínimo nivel de exigencia al respecto.
Lo curioso es que justo allá por el 2008, cuando esas bandas le volaban la cabeza a muchos con sus discos (“Oracular Spectacular” de MGMT, “Walking on a Dream” de Empire of the Sun), otra dupla acababa de lanzar ‘Hold On’, su primer single, a través del sello DFA. Un grupo que tenía las referencias necesarias en su sonido para ser parte de aquella suerte de fenómeno, si hubieran publicado su ópera prima en ese momento. Sin embargo, Holy Ghost! esperó tres años para debutar en largaduración, y en el proceso Nick Millhiser y Alex Frankel editaron más canciones y un EP. Generaron expectativas, y terminaron transformando lo que hubiera sido una apuesta segura un ejercicio de más riesgo.
Con un timing bastante curioso (saliendo apenas un par de días después del último concierto de la banda fundamental de su sello, LCD Soundsystem), esta placa es un compendio de viejas y nuevas ideas, juntando casi todos los sencillos que tenían a la fecha (‘Static on the Wire’, ‘Say My Name’ y la ya mentada ‘Hold On’) con un puñado de temas que incluía hits rotundos (‘Wait and See’) y melodías hechas a la medida de la pista de baile (‘Slow Motion’). Ahí está una de las claves tras la demora de este trabajo, y de su valor intrínseco. Canciones con tres o cuatro años de diferencia entre sí se entienden y entrelazan en un sonido que aquí muestra diferentes variantes, pero nunca deja de ser coherente consigo mismo.
“Holy Ghost!” no funciona como un muestrario de elementos aislados, sino como un todo. Y propositivo, además. Es inevitable relacionarlos con Penguin Prison, Cut Copy o Miami Horror por un asunto generacional, pero realmente no suenan como ninguno de ellos. Los referentes ochenteros son evidentes (hasta un guiño a Tears for Fears hay por ahí), pero nunca dejan de sentirse frescos, y por eso vale la pena escucharlos. Qué importa que este disco no haya salido hace cuatro años.
*Holy Ghost! toca este 13 de abril en el Teatro La Cúpula