.gif)
Magma, es una banda difícil de definir. Fundada dos años después de la muerte de John Coltrane, por Christian Vander, quien cae en una profunda depresión por el deceso de su idolatrado saxofonista. Es por eso que tras este hecho, decide que es imposible volver a tocar jazz y crea un nuevo estilo musical: El Zeuhl, el cual va muy de la mano de la música contemporánea mayormente influenciado por la onda de Igor Stravinsky, Coltrane y el rock de vanguardia entregado por Soft Machine y Frank Zappa, por nombrar a algunos. Este estilo musical está siempre en constante desarrollo, en perpetuo movimiento, siempre viva y vibrante. Un número considerable de discos en estudio se han producido en sus ya casi 40 años de carrera, siempre bajo la sombra conductora del monstruo Vander.
El disco que nos convoca a escribir sobre estos seniors del rock pelacable es el primero de una saga espacial. Me refiero a Kobaïa, álbum realizado a finales de 1969. Una obra magistral y primordial que no puede faltar en la discografía de los amantes del rock en general. Una partitura visceral, llena de cambios de sones y de ambientes. En esta placa se nos narra en idioma kobaiano el periplo de un grupo de humanos de pensamiento más avanzado hacía un mundo nuevo, en donde la libertad, la filosofía y la música pueden realizar un verdadero cambio en la existencia de los individuos que habitan nuestro planeta. Es dentro del desarrollo del mismo en que nos encontramos con la mente de Vander en su máximo esplendor, con una obra viva, vigente, directa, ensoñadora. Un disco conceptual de aquellos que cuesta olvidar.
Además junto a esto se recomienda escuchar las siguientes partes de la saga: 1001 Degrees Centigrades, que narra el viaje de vuelta a la Tierra de estos kobaianos y cómo son tomados prisioneros por los humanos, pues son vistos como amenaza para la raza. Es acá donde se anuncia el final del planeta, la destrucción total de nuestro mundo, lo que estaría plasmado en la tercera parte y final de la saga de Kobäia: Mekanïk Destruktïw Kommandöh. Una verdadera aventura para explorar.