Hace un par de años, no había pueblo o ciudad española que no contase con su propio macrofestival encabezado por Iggy Pop, Morrissey o Deborah Harry. Poco después, el 2009 casi nos dejó huérfanos de música. Podremos culpar a la crisis o a que la sobreexplotación del usuario hizo tope, pero lo que sí ocurrió es que las fechas festivaleras se redujeron drásticamente.
Durante 2010, han vuelto a surgir citas que han convertido a una comunidad autónoma en concreto en el epicentro musical del año: Galicia. Arcade Fire, Muse, Patti Smith, Damon Albarn o Leonard Cohen pasearán palmito por la tierra del licor café durante los próximos meses. Una de las citas más importantes de este Año Santo ha sido el Vigo Tr4nsforma, una de las propuestas más eclécticas del verano, con un cartel capaz de reunir a Jeff Tweedy con Orbital o The xx.
Abrir un festival del Xacobeo con los iconoclastas Triángulo de Amor Bizarro no tiene nombre. Isa y Rodrigo volvieron a demostrar en unos escasísimos veinticinco minutos la violenta sordidez de su repertorio. Su actuación se puede resumir en el “Me gusta que me arreen” que profirió Isa antes de lanzarse con ‘El culto al cargo, o como hacer llegar el objeto’. Como se suele decir en estos casos, ¡Escenario Principal ya! (o por lo menos mayor duración y menos sol).
Desprovisto de su melena hippiesca y del aire folkie con que le conocimos, un Devendra Banhart travestido de Julian Casablancas nos regaló un apañado set en el que no faltaron ’16th & Valencia, Roxy Music’, ‘Foolin’ o ‘Carmensita’, con una increíble versión (“portada” dijo) de la ochentera ‘Tell It to My Heart’ de Taylor Dayne.
Jeff Tweedy ofreció una versión reducida del concierto acústico que dió dos días antes en Madrid. Si bien no faltaron ‘A Shot in the Arm’, ‘Jesus, etc.’ o una bellísima ‘You and I’ (claramente sin Feist), el show del líder de Wilco no terminó de triunfar. Una bandera de España para demostrar su pasión futbolera no compensó su apatía ante el numeroso público.
The xx recogieron el testigo de Tweedy y ofrecieron un show similar al que llevan paseando durante el último año. Si bien Romy estuvo más sonriente de lo normal, los graves no sonaron tan atronadores como en Madrid. Exxcelente directo de un grupo que parece que lleva una década entre nosotros.
Fanfarlo han pasado de ser una curiosidad musical a una broma de mal gusto. El tufillo a copia que despedía Reservoir se magnifica en directo, durante el cual puedes cantar “Everytime you close your eyes / Lies, lies!” del ‘Rebellion (Lies)’ de Arcade Fire sobre todas sus composiciones. El único cambio de registro de Fanfarlo se da cuando dejan de plagiar a Win y Regina para hacérselo a Zach Condon.
Cuando lo que hace Love of Lesbian esté considerado como música, iré a verlos. Mientras tanto…
Ni ‘A Minha Menina’ salvó la trasnochada psicodelia de la que hicieron gala Os Mutantes en la gran decepción de la noche.
La propuesta electrónica de Miike Snow convenció a propios y extraños a base de atmósferas gélidas (en un ambiente nada frío a pesar de tocar de madrugada) en la que triunfaron ‘Animal’, ‘Silvia’, ‘A Horse Is Not a Home’ o la novedosa ‘Rabbit’.
Mi segundo día comenzó con The Morning Benders, esa suerte de nuevo Coldplay feat. Bono intrascendente que osó versionear ‘Ceremony’ de New Order.
Como en el caso de Love of Lesbian, cambiar a Facto Delafé y las Flores Azules por una hamburguesa no tiene precio.
Los noventa minutos del techno de Orbital hacen que te acuerdes del poco tiempo del que dispuso Triángulo de Amor Bizarro el día anterior. ‘Satan’, ‘The Box’ o el estreno de ‘Don’t Stop Me’ hicieron que sonasen (casi) tan verbeneros como The Chemical Brothers.
El DJ Set de Fischerspooner fue un homenaje a la cultura del simulacro. El ‘Fun Machine’ prometido fue una performance durante la cual Casey Spooner se emborrachó a base de José Cuervo y Moët & Chandon mientras una DJ iba haciendo su sesión (con ‘Royal T’ de Crookers feat. Roísín Murphy inclusive). ¿Tomadura de pelo? Puede, pero ‘Never Win’ y el final ravero con ‘Emerge’ funcionan como nunca.