Sorprendía la cantidad de poleras de Twenty One Pilots que se pudieron ver durante los dos días del festival, en especial, claro, el domingo. Quizá no sean una banda masiva bajo los términos habituales en nuestro país, pero las credenciales que han ganado en el extranjero, hicieron que los organizadores de Lollapalooza los programaran en uno de los escenarios principales. Esta idea es una de las que dejan más a la vista los cambios en la música. Una generación más adulta podría haber pasado por alto la fama de este dúo, mientras que siempre estuvo en el radar de los más jóvenes.
Es curioso porque no son novatos (su discografía alcanza los cuatro discos) pero sí los podemos considerar nuevos para el gran público. Grupo eminentemente local hasta la aparición de su single multimillonario ‘Stressed Out’, contenido en Blurryface, que los llevó al número uno en ventas en su país hace unos meses.
Apareciendo sobre el escenario con máscaras como es habitual en su show y con el vocalista Tyler Joseph disfrazado con un traje reflectante de esqueleto, partieron con el incesante ritmo que marca la batería de Josh Dun, la otra mitad del dúo y, sin duda, el sello distintivo de la misma. Sin Dun, es espectáculo tendría un nivel mucho menor. Es quien lleva el pulso de la presentación, siempre arriba, un maestro con los quiebres. Ante un público realmente joven y entregado (a pesar del infernal calor en ese momento frente al VTR Stage), partieron con ‘Heavydirtysoul’. No extraña esa elección, pues es la misma que abre su disco y lanza el show y el álbum hacia una mezcolanza de rap, soul y electrónica, todo ello dominado por el ritmo.
Con unas mareantes proyecciones en las pantallas como si se tratase de imágenes de 3D pero vistas sin gafas, el repertorio se antojó demasiado monótono por momentos sólo puntualizado por sus canciones más famosas como ‘Car Radio’ o ‘Ride’ y, por supuesto ‘Stressed Out’, la canción que les ha conseguido su pequeño lugar en la historia de la música contemporánea. También incluyeron una versión de ‘Jump Around’ de House of Pain, en medio del show. Que sean un One Hit Wonder o que su carrera siga creciendo es un misterio que, probablemente, sólo puedan aclarar miles de jóvenes como los que disfrutaron del show este domingo. Unos de gustos cambiantes y caprichosos a los que cuesta fidelizar durante una carrera. ¿Tendrán esa capacidad? Sólo el tiempo dirá.
*Fotos por Nicole Ibarra