Catalogado como uno de los principales cultores del nü disco y el space, el noruego Todd Terje vino a encender la pista de baile en la Ex Oz, en una nueva fecha de Club Fauna, a la que nos invitaba Heineken. Fecha que no estuvo exenta de baile, sudor y desmadre.
Daba para una extensa jornada en el recinto de Chucre Manzur, mal que mal, Terje se presentaría casi a las dos de la madrugada, así que como buena fiesta, a partir de las 23 horas comenzaron a sonar los primeros beats a cargo de los Djs Olympic, quienes aprovecharon de repasar parte de lo que será su primer EP, que verá la luz antes de fin de año.
Tal como fue el anterior Club Fauna, la producción se sigue destacando con la puntualidad en los horarios, por eso cuando marcaban las 00:30 fue el turno de Fantasna. Un set fino y sofisticado, donde el tempo del house fue delimitando los pasos de baile. En el momento que el nacional jugaba en la tornamesa, fue el instante en que un gran contingente de asistentes entró a la discotheque llenando cada rincón del lugar. Desde el segundo piso hasta la pista, pasando por las escaleras, era una coreografía masiva al ritmo de la música.
Como es costumbre en este recinto, a los pocos minutos de llenarse, un calor infernal atacaba el lugar por lo que vasos y botellas corrieron velozmente, en un espacio que se reducía cada vez más, dificultando un poco el accionar del baile.
Cuando ya no cabía ni una sola aguja en la pista de baile y tras una hora con quince minutos del dj nacional, los roadies acercaban la mesa principal, con un enorme Todd Terje escrito sobre una tela, para dar paso al noruego que de inmediato inició la fiesta, en la atmósfera reinante fue la remembranza al sonido Moroder, a un ambiente espacial y de italo-disco, era lo más parecido a una disco en los setenta. Fueron hits tras hits, repasando lo que es It’s Album Time (2014) su primer larga duración, sonando fuerte, claro y sin saturaciones. Temones como la latina ‘Svensk Sås’ o la futurista ‘Delorean Dynamite’.
El segmento final, y donde estalló el público, fue con ‘Oh Joy’, la clásica ‘Inspector Morse’, ‘Eurodans’ y el remix de ‘I Wanna Dance With Somebody’ de la inmortal Whitney Houston. Fueron en esos casi quince minutos, donde el ambiente se puso un poco tenso, cuando un fanático se subió a bailar al escenario, siendo aplacado rápidamente por los guardias, no sin antes dar la pelea. Aprovechando el descuido de la seguridad, una pareja consiguió bailar arriba recibiendo los aplausos y gritos del respetable. Incluso, hasta un fanático llegó a estar lado a lado del noruego, y este, inmutable.
Postales que cerraron un set que se hizo demasiado corto, pero que dejó en claro que Todd Terje es auténtico, armado solo de un computador, algunas perillas y un teclado Nord Stage Ex, el dj supo plasmar todo su talento en una hora y quince minutos. Un músico que no se anda con cuentos y que a través de su sonido futurista, abre una ventana hacia el pasado y viceversa.