No siempre un buen disco es sinónimo de directo correcto. En muchas ocasiones, una producción impecable termina siendo un verdadero lastre a la hora de su plasmación en público. Si además el artista en cuestión es novel, las posibilidades de fracaso tienden a infinito. Ése era el mayor temor que existía ante el estreno de The xx en Madrid. Ni siquiera el último partido de la primera fase de España en el Mundial fue capaz de disuadir al concurrido grupo de personas que nos encontramos en el Teatro Circo Price para comprobar cómo sonaba el excelente xx en vivo.
Una puesta en escena sobria, basada en el artwork del álbum, hizo que nos introdujésemos más fácilmente en el concierto. Los primeros compases de ‘Intro’ nos hicieron pensar que, entre tanta equis sobre el escenario y la pulcra ejecución del trío, nos encontrábamos en nuestra casa escuchando el disco. Con ‘Crystalised’ e ‘Islands’ ya no quedaba rastro de ningún miedo, y la sombra del fracaso se disipaba con cada pose de Oliver Sim al bajo. El juego de luces y una inteligente utilización de los graves hicieron el resto.
Un setlist adaptado de forma lúcida al parco repertorio de la banda terminó superando con creces la hora de duración gracias a la cover de Kyla (‘Do You Mind?’, un fijo en sus actuaciones) y al alargamiento en clave dubstep de gran parte de sus temas (especialmente reseñable en ‘Night Time’). ‘Infinity’ y Oliver aporreando el plato en plena orgía noise fueron el broche perfecto para esta segunda jornada del Día de la Música, que poco a poco se ha convertido en una cita ineludible.