Cuatro y media de la tarde, 31.2° pegando fuerte en Santiago, y un despejado cielo que funcionaba como el principal enemigo de los ingleses en el VTR Stage, quienes llegaron para demostrar que aún después de nueve años de su primer hit siguen siendo aptos para levantar una presentación, incluso de mejor manera que en sus inicios.
‘Around Town’ le dio el pitazo inicial al partido entre Chile y The Kooks, que ya alcanza el nivel de clásico después, de las dos visitas a nuestro país que los músicos tienen el cuerpo. De manera inmediata, el público, que en su mayoría no sobrepasaba los treinta años, brincó con cada acorde hasta darle el paso a ‘Ooh La’ que comenzó a sembrar la ansiedad de ver algo que podría convertirse en uno de los puntos más destacables de la jornada.
‘Bad Habit’ retó a los más fanáticos a mantener el masivo coro que llevaba la agrupación en sus primeros minutos de presentación, quienes lo lograron, y con mérito tras el coro de la siguiente canción, ‘Always Where I Need to Be’.
Al momento en que los espectadores acalorados manifestaron la conformidad que sentían con el show, los responsables del LP ‘Inside In/Inside Out’ se tomaron la atribución de llevar la relación con los chilenos al siguiente nivel: Luke Pritchard presentó a Alexis Núñez, el nuevo baterista que se unió a los músicos durante el 2012, y quien fue el responsable de la batería en el último disco de la banda Listen, trabajo del año pasado que los trajo con una propuesta alejada del rock inglés que en esta entrega fue alterada por influencias afroamericanas, el funk y el R&B. Pero aquella presentación no era en vano, ya que Núñez volvía a su país natal, y no para cualquier ocasión, sino que para presentarse en uno de los festivales más relevantes de este lado del mundo.
‘Forgive & Forget’ y ‘Sofa Song’ fueron las responsables de mantener el hilo durante la presentación, que hasta ese punto ya demostraba que la experiencia en la música es más que un cliché, sino que logra convertirse en uno de los pros más relevantes que una agrupación puede tener en su lista de logros desbloqueados.
Mientras algunos asistentes decidían caminar hasta el Coca Cola Stage para lograr una buena posición en Foster The People, los más valientes que se quedaron fueron recompensados con un cierre cargado de sentimiento de pertenencia, simpatía y gratitud. ‘Junk of The Heart’ alborotó la masa, logrando uno de los clímax de la presentación, que minutos después terminó de explotar con ‘Naive’, el ya himno de Brighton que logró convencer a los más escépticos respecto a la calidad de los músicos.
Ni el calor ni el ruido de Kill The Noise que se llevaba a cabo de manera simultánea en el Movistar Arena opacó a The Kooks, que luego de sus pasivas visitas del 2006 y 2009 tuvieron su, al parecer, merecida revancha. Los ingleses presentaron su formación, jugaron con precaución, y lograron ganar el partido en nuestro país, dejando la sensación de una prudente pero valorable victoria.