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The Cardigans: el lujo de la intimidad

The Cardigans: el lujo de la intimidad

Anunciado como una fecha sorpresa, Estudio Estéreo aprovechó la pasada del Movistar Primavera Fauna y sacó un as bajo la manga fichando a los suecos The Cardigans con un show en solitario, en la siempre cumplidora Ex Oz. Y vaya que era necesario un show aparte de Nina Persson y compañía, puesto que la presentación que tuvieron el fin de semana fue de altos y bajos, separando las aguas entre un show correcto o bordeando lo soporífero.

Anunciado el mismo sábado, la concurrencia fue total en el recinto de Chucre Manzur. Como un aperitivo antes del plato de fondo, fue la acotada presentación de Moto Boy, seudónimo con el que trabaja Oskar Humlebo, guitarrista con el que gira The Cardigans, supliendo a Peter Svensson. Un set melancólico que se ajustó en gran medida al ambiente y comunión que se mantuvo toda la noche en el recinto.

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Solo transcurrieron un par de minutos, luego del show del sueco, para que arribara el conjunto liderado por Persson. Los aplausos bajaron de inmediato junto a un increíble juego de luces que le dieron un toque hipnótico a la oscura ‘Paralyzed’. Esa imagen era la prueba evidente que el ensamble necesitaba un espacio de intimidad con sus fanáticos y ese lujo se vivió a través de las veinte canciones que interpretaron.

‘Erase/Rewind’ mantenía el lazo entre los suecos y el público. El trabajo prolijo de la banda se reflejaba en la ejecución de cada tema y con la voz casi intacta de Nina Persson, quien se mostraba agradecida de tocar en un espacio más acogedor.’You’re the Storm’ y ‘Feathers and Down’ bajaban las revoluciones, sentando las bases para un tripleta de ensueño.

‘Rise & Shine’, con la vocalista armada de un cencerro, sonaba con mucho más poder que en su versión de estudio y la que pudimos apreciar en Movistar Primavera Fauna. Ese gigante caballo de batalla como es ‘Carnival’ desataba la alegría en el público, y también los celulares al aire en busca del mejor ángulo. Pero el gran momento se vivió con una hermosa versión, en sueco y español, de ‘Gracias a la Vida’, que fue vitoreada y coreada a más no poder. Una interpretación que erizó la piel a todos quienes estaban ahí, homenajeando a la artista más importante que tendrá el país.

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Así fueron sucediendo hits como ‘For What It’s Worth’, ‘Hanging Around’ y ‘Communication’, abriendo paso para el final con ‘Lovefool’ y “My Favourite Game’. Los aplausos y los silbidos no se hicieron esperar y los suecos volvieron para el bis. Fueron tres canciones que sirvieron de bálsamo y como canción de cuna, tal como dijo Persson, cerrando así una presentación impecable y sumamente necesaria, para sacar el insípido gusto que quedó con su debut del fin de semana.

Un verdadero lujo de una banda, que a pesar de vivir de glorias pasadas, sabe como deslumbrar e impresionar en su propio juego. Un tapabocas en toda sus letras.

Foto* Reinaldo Rodríguez