Lollapalooza Chile -al igual que cualquier encuentro musical masivo- funciona como una catapulta para algunas bandas que buscan consolidarse en la industria, o bien puede ser todo lo contrario, llegando a mostrar las más feas carencias de estas. Lo que ocurrió con los colombianos Telebit, en el Lotus Stage, se clasifica como un híbrido de estos postulados. Los cafetaleros brindaron un show de calidad, en su debut en el país, pero la pereza e indiferencia del público hizo de un trago difícil de digerir, en la presentación de los latinoamericanos.
Dentro del cartel funcionaron la tercera opción de ese horario, entre Albert Hammond Jr y Candlebox. Esto significó una suerte de transición para aquellos que no se abanderaban por el guitarrista de The Strokes o los oriundos de Seattle. Con gente que se paseaba por La Cúpula escapando del calor o por mera curiosidad, la banda subió a escena con ‘Androides’, parte de su primer larga duración, dejando en claro que pondrían todo sobre el escenario.
Estilizados con caras pintadas y enfundados en ropa de cuero, el quinteto liderado por Daniel Acosta, brindó una clase de profesionalismo y de virtuosidad, sorprendiendo gratamente a los que presenciaban el espectáculo. La propuesta de Telebit navegaba con total fluidez, gracias a un ritmo bastante fresco y con una sonoridad bien latina, que se impregnaba en cada canción, gracias al excelente trabajo del baterista Nicolás García.
‘Somos Coyotes’ o ‘Doce Vientos’ eran la clara muestra de un trabajo cuidadoso y así lo pudo apreciar el público, que respetuosamente disfrutó cada tema en la ocasión. Sin gozar de una gran fanaticada y pasando casi inadvertido, el conjunto supo las cartas sobre la mesa con ‘Amuleto’ y ‘Sideral’, canciones que cobraron una fuerza tangible gracias al tándem entre el baterista y Felipe Rondón en los sintetizadores.
Pese a la indiferencia el público supo apreciar, de todas maneras, lo que tenían enfrente y despidieron con absoluto respeto a los colombianos, que a punta de profesionalismo lograron sorprender al heterogéneo público festivalero de Lollapalooza Chile.