Por Camilo Salas (disorder.cl) | Fotos por Fernando Thumm (cortesía de Laotravoz.cl)
En cuanto llegué a Valparaíso corrí a la Blondie para comprar entradas. Mis 3 amigos no tenían y yo esperaba lleno total. Eso fue a las 8 de la tarde. 2 botellas de vodka, 6 cosas (ocultas) más y 5 horas después, la Blondie porteña sudaba gente. Era como si las gotas que bajaban de las paredes fueran personas sobre la pista de baile. Yo y mis amigotes alcanzamos a colarnos a una especie de VIP en el segundo piso desde donde vimos todo como unas estrellas, pero el calor, uf, el calor, era demasiado.
“Transpíralo!” era la talla de la noche y todo el mundo la repetía. Que más esperábamos? Pánico estaba tocando y la gente bajo el escenario estaba en éxtasis.
La puesta en escena fue bastante piola, un escenario muy pequeño, una batería mini, una de verdad, 1 teclado, 1 torna y un synthe montados en sus racks, Carolina 3 estrellas al bajo y Memoria Radial en la guitarra. La música es otra cosa: fuerte, pegadísima a ratos, llena de clásicos rockeros y bien cumbianchera, pero una cumbia en acido, el mejor ejemplo del nuevo estilo Pánico que el grupo ha ido puliendo y mejorando disco tras disco.
Ademas, y como dijeron en la promo previa, el concierto va a ser parte de la primera película de la banda. No sabemos mucho de que va pero vimos a unas cuantas personas grabando con unas cámaras de cine muy pequeñas, recogiendo el audio en medio de la gente y moviendo sus cosas por todo el lugar. La gente no estaba pescando, era Pánico en el escenario.
Un buen momento de la noche fue cuando tocaron “Rayo al ojo”, seguida de “Bate en la mano”, dos de mis canciones favoritas, pero por ahí cada uno tiene su propio momento favorito. Lo que todos quienes estuvimos ahí sabemos es que el final fue largo, denso, reiterativo y fuerte. Una sesión experimental bailable de las nuevas canciones, que son buenas, pero un poco extrañas para nuestros oídos noventeros, los que están acostumbrados a pensar en Pánico como los Pixies chilenos.
Pero no se de que me quejo, el concierto fue rotundo. Es hora de olvidar a Pánico de Chile en los 90, ahora son Pánico nada mas, los del mundo, y la evolución hace bien.