Con Mumford And Sons me pasó algo curioso, el 2010 tuve la suerte de verlos en el festival de Bennicassim, y en ese entonces la banda era una promesa, y en el escenario eran la revelación con su formato acústico-vocal, que combinaba tan bien y que refrescaba de tan buena forma a la escena de ese entonces. Incluso mis ojos se fijaron en ellos cuando escuché que Michael Eavis, fundador del festival de Glastonbury los había apadrinado.
Pero ya han pasado seis años y con lo que nos encontramos en el Parque O’Higgins es la respuesta a la mercadotecnia inglesa, ya que Mumford And Sons no es una banda que haya hecho una carrera radial importante en nuestro país o que haya venido en varias ocasiones y que se consagró desde abajo por así decirlo. No, lo de ellos fue planeado, y al mismo tiempo arriesgado. Cuántos nos preguntamos cuando vimos el cartel de este año si iba a ser complicado, que iba a ser menos exitoso, o que esos cabezas de cartel no tenían el peso como los de años anteriores, y cuánto nos equivocamos con algunas de esas reflexiones. Lo de Mumford And Sons fue una sorpresa para los escépticos y no por negar su calidad, sino por un tema de masividad, pero el grupo montó un show consistente, seguro, sin baches, probado, y pensado para las masas.
Mumford And Sons fue una de las grandes sorpresas esta versión del festival, una apuesta que tuvo de principio a fin al público cantando y saltando llenos de alegría. La interpretación de sus hits fueron coreados por todo el parque en especial con ‘I Will Wait’. Un show con el que uno piensa: “Esto es Lollapalooza”. Y es por ello que el grupo no escatimó en producción, incluso contando con Miguel como invitado estelar para interpretar ‘You Really Got Me’ de The Kinks. Cosas de Lollapalooza que mañana todos los medios internacionales replicarán.
Así Mumford And Sons nos regaló un hermoso show, y nos pegó en la cara la idea de que Lollapalooza está en mejor forma que nunca y que el festival está creado para los que asisten, y que algunas veces uno no esta invitado. El día de ayer estuvimos presentes en el próximo show de estadio que las agencias de booking estaban buscando. Y eso lo concluimos al ver la respuesta del nuevo público de festival, porque definitivamente existe un recambio y claro que es necesario si queremos que Lollapalooza siga existiendo.
Nos vemos el 2017.