Foto de Alejandra Cofré-Lagos
Pasadas las 12 de la noche, subió al pequeño escenario de El Clan el productor guyanés Mad Professor, uno de los responsables de la consolidación de la música dub, discípulo directo de Lee “Scratch” Perry (uno de los fundadores del género) y autor de muchos -y muy lisérgicos- remixes durante la década de los noventa para bandas tan importantes como Massive Atack, Beastie Boys, Jamiroquai o Depeche Mode, entre otros.
Adornado por un par de antenitas luminosas, unas gafas de nieve y una gota de sudor que nunca terminó de caer, Mad Professor invitó al reducido y entregado respetable a quemar y fumar todo lo dispuesto para esa noche, dando borbotones de delays y latencias tras el conjunto de máquinas dispuestas para la ocasión. Entre ellas, se dejaban ver una imponente consola Soundcraft y un pequeño sampler Roland SP 404, desde donde el protagonista de la velada soltaba patrones y secuencias que sólo hacían sentir más densa y caliente la espesa nube de humo que habitaba sobre los asistentes al espectáculo.
A ratos, el productor se hizo acompañar de una chica que aportaba con los coros y el trombón, y también dio pie para que MCs y cantantes locales intervinieran, en plan jam session, dándole una connotación extra a un espectáculo que ya era impecable. Con la maestría dactilar de un adicto a los videojuegos, rememoró de diversas maneras a próceres como Kunta Kinte, Marcus Garvey, Michael Jackson, Bob Marley (cuyo natalicio fue rememorado por el guyanés), Horace Andy o el propio “Scratch” Perry. Sólo al final, y tal vez por las condiciones del formato, el show se hizo sentir un poco largo. Pero aquella expectativa de tener al frente a un científico del sonido, protagonista de importantes capítulos de la música reggae, se pagó por si sola. Y vaya de qué humeante manera.