“Cuando era menor, me encantaba ir a conciertos de bandas de punk rock como Taking Back Sunday. No importaba lo que pasara, siempre hacían un buen show. Ahora hay muchas cosas malas pasando técnicamente en el escenario, pero eso no nos impedirá pasar un buen rato”, decía Halsey al pasar un par de canciones, en el inicio de su show.
Desde hace un par de años, son las solistas femeninas pop las que marcan pautas y tendencias dentro del género, a nivel mundial. Algunas se quedan en el camino, mientras otras logran diferenciarse y entregar una propuesta consistente. Aunque la joven Halsey sólo cuenta con un EP y un disco –Badlands– se ve que existe una veta personal que desea explotar.
A pesar de los problemas técnicos que la cantante decía tener, pudo montar un concierto explosivo. La audiencia, compuesta por muchos adolescentes en su mayoría mujeres, cantaron cada canción como si se tratara sólo de nuevos clásicos. También llamó la atención la comunicación entre la estadounidense y su público, una suerte de familiaridad que -podemos apostar- sólo entrega ese intercambio cotidiano entre Halsey y sus seguidores a través de las redes sociales. Existía un diálogo constante natural, como si ya se conocieran. En los shows de pop generalmente se perciben estas interacciones como algo estructurado con anterioridad, pero ese no fue el caso de este show.
No es extraña la fascinación de esta nueva generación con Halsey. ‘New Americana’, su mayor hit, explica a la perfección esta relación. En ella, la artista plantea temas como la gran mentira del éxito self made que tan en crisis tiene a los millennials alrededor del mundo. En esa canción le canta a los que están creciendo con la marihuana legalizada, a los niños que crecieron con Nirvana como banda sonora dentro de sus casas. Y dentro del espectáculo, además, se dirige a sus fans con los códigos que ellos también manejan. Suelta, sencilla en los modos y también en su apareciencia.
En cuanto a las canciones en vivo, sólo puntos a favor. Un buen electropop, con atractivos ganchos, durante la primera etapa del show varios acercamientos al trip hop y la electrónica más oscura, como una Lorde pero con menos singles. Aún así, el poco tiempo que lleva lanzando material oficial entrega el beneficio de la duda, más singles pueden venir. No es extraño que con sólo un EP y un disco se sienta como una artista experimentada. Es su personalidad la que se come al escenario y la que hace sentir a su público como si estuvieran en un show privado, para cada uno de ellos, haciéndolos sentir únicos.
*Foto por Nicole Ibarra