Dos años han pasado, y tres ediciones en el cuerpo, desde que Frontera Festival se plantó en el país con su propuesta dedicada por completo a la música latinoamericana. Dos años es un lapso de tiempo considerable para mejorar los baches y obstáculos con los que en cada edición debe lidiar la productora Transistor: la falta de agua potable, topes en presentaciones, atraso en los horarios de las bandas, etc. Pero en dos años aún no se sacan lecciones de ediciones anteriores y el festival vuelve a dispararse en los pies, a causa de sus propias deficiencias.
Se podría decir que esta era la edición más ambiciosa, con 31 artistas repartidos en cinco escenarios, y también la más asequible al público (25 mil pesos, a diferencia de los 29 y 34 mil pesos de años anteriores, respectivamente), por lo que las enormes filas en los dos accesos principales, era la imagen que se apreciaba horas antes de la apertura de puertas.
Protistas fueron los primerísimos en iniciar las doce horas de música, a pesar que en el papel el inicio de su presentación era a las 13:30 horas, se atrasó por cerca de siete minutos, tiempo en que la banda probó sonido, mientras de a poco llegaba público a la Carpa Patagonia. El conjunto corrió solo por algunos minutos, SantaFeria tocaba a la misma hora pero el atraso en las presentaciones fue la gran tónica de la jornada, repasando su último disco Nefertiti, además de hits como ‘Granada’ y ‘Videocámara’, en una pulcra presentación de solo media hora.
Una de las sorpresas fue la segunda visita al país de Munn, ensamble ecuatoriano que con su propuesta maravilló a las casi treinta personas en total, que se acercaron al Escenario Atacama a lo largo de su presentación. Cultivando el trip hop y los sonidos atmosféricos, el quinteto repasó Aquí/Ahora (2015), además de cortes como ‘En Silencio’ y ‘Espirales’m donde la voz de Mariela Espinosa nos invitaba a viajar bajo el fuerte sol que pegaba a esa hora.
Mientras finalizaba la presentación de Munn, Los Tetas comenzaban a celebraban veinte años de su disco debut Mama Funk en el Escenario Transistor. Si bien Tea Time, C-Funk y Rulo siempre saben cómo encender la fiesta, para esta ocasión fueron planos e incluso hasta aburridos, quizás fue el calor que jugó una mala pasada o tal vez que la gran mayoría solo quería escuchar calados y no el álbum de 1995. Los lugares comunes de Tea Time improvisando o lanzándose al público en el final de ‘Cha Cha Cha’ estuvieron presentes en un show que pasó sin pena ni gloria en el festival. Y anunciaron la pronta salida de un nuevo disco esta vez sí que sí, según ellos.
Estaba pactado para las 17 horas el show de Camila Moreno, pero un “sutil” atraso de cuarenta minutos ponía a prueba la paciencia del respetable e incluso la del artista, corriendo así todos los horarios contemplados en la Carpa Patagonia (situación similar se vivió en la Carpa Pacífico, pero de manera mucho más grotesca). Aún así no fue impedimento para ser uno de los puntos altos del festival con una Moreno que revisitó sus clásicos y parte de Mala Madre (2015), su elogiado último trabajo de estudio.
El retraso en la presentación de Moreno causó un tope de horario con el show que montó Ases Falsos, liderados por el siempre carismático Cristóbal Briceño, el conjunto sumó otro consolidado show a sus arcas. Puntuales a la hora de salir en escena (19:00 hrs), los ex Fother Muckers dieron el batatazo con ‘Venir es Fácil’ y ‘La Gran Curva’, coreadas de principio a fin por las cientos de personas que se apostaron en el Escenario Atacama. El ensamble también aprovechó de interpretar ‘Más se Fortalece’ y ‘Subyugado’, canciones que serán parte de su nuevo trabajo de estudio que está previsto para el primer semestre del próximo año.
Hiperquinético y sobre ventilado, Briceño se movía y bailaba de un lado a otro con ‘Pacífico’ o se iba a cantar al foso con sus fanáticos en ‘Mi Ejército’. También se daban el tiempo de venerar a figuras como Eduardo Bonvallet en ‘Búscate un Lugar Para Ensayar’ y a Zalo Reyes en ‘Mi Caminar’. Ases Falsos sigue confirmando el arrastre que ha cultivado a lo largo de su carrera, con una presentación que no tuvo ningún punto bajo.
Inmediatamente finalizado el show de Ases Falsos, el éxodo masivo de un escenario a otro se hacía presente con la presentación de Javiera Mena, que hizo colapsar la Carpa Patagonia, mientras Francisca Valenzuela terminaba su set en el Escenario Andes. Enfundada en una túnica negra, Mena hacía estallar la carpa con ‘Los Olores de tu Alma’, pegada junto a ‘Otra Era’. Armada con un cuerpo de baile y dos chicas encargadas de guitarras/bajo y un pad de percusión, la cantautora confirmaba su jerarquía a punta de calados, y ayudados por un público que se cantó y bailó todo, desatando la histeria con ‘Sol de Invierno’, canción que interpretó junto a Gepe.
Mientras Mena terminaba su set, Anita Tijoux y Lucybell hacían lo propio en sus respectivos escenarios. La rapera demostraba su calidad junto a su banda “Los + Busk2”, paseándose por material de toda su carrera musical, haciendo énfasis en Vengo (2014). Al mismo tiempo el power trío celebraba las dos décadas de Peces, pero más que interpretar de manera íntegra su disco debut, el conjunto brindó lo mejor de su historia musical, así como también de estrenar en vivo ‘Cuando Me Acerco a Ti’, su más reciente single.
Lo de Miranda! fue gratamente sorpresivo, tanto por el cuidado sonido con el que trabajan así como por la reacción del público. Con casi una hora de retraso y una lluvia de pifias por la demora, Ale Sergi, Juliana Gattas y Nicolás Grimaldi subieron al escenario a las 20:50 horas con ‘Ya Lo Sabía’, calmando los ánimos de los fanáticos. Eran uno de los más esperados en la Carpa Patagonia y se lo hicieron saber de inmediato, tanto que desde que se abrieron las puertas del Club Hípico, un grupito de fans aseguró de inmediato la reja, durante el show de Protistas, para estar más cerca de sus ídolos.
Pasando hits como ‘Fantasmas’, ‘Perfecta’ y ‘Mentía’, la química entre Sergi y Gattas era palpable en cada interpretación. Así como la respuesta del público con ‘Yo Te Diré’, ‘Don’ o ‘Traición’, donde la ley era el baile y cantar a todo pulmón. Cerrando la presentación con esa joya titulada ‘Romix’, Miranda! se convirtió en uno de los héroes del festival, demostrando con creces la conexión que mantienen con la fanaticada local.
Una de las postales que quedarán en esta versión del festival, fue lo hecho por Gepe. Si ya en la edición 2013 del festival se aprestaba a la consolidación masiva, lo de este año fue nada más que consagración. Al igual que con Moreno, Mena y Miranda!, la lluvia de chiflidos no se dejó esperar por el atraso en los horarios, pero se redujo a gritos ensordecedores cuando Daniel Riveros se asomó en el proscenio con un traje de luces led en las extremidades, iniciando el show con ‘Fiesta Maestra’ y ‘Melipilla’, parte de Estilo Libre, disco lanzado en agosto.
Desde niños, madres, padres hasta jóvenes en el público, el sanmiguelino demostraba lo transversal que es su sonido y la actual popularidad que goza, situación que quedó demostrada empíricamente con ‘Hambre’ y ‘Bacán tu Casa’, en primera instancia, canciones en donde su voz pasó a segundo plano gracias al karaoke masivo que se produjo.
También tuvo palabras para Jorge González a quien le dedicó ‘Punto Final’ y haciendo guiño a ‘Cuéntame una Historia Original’ de Los Prisioneros. El karaoke continuó con ‘Fruta y Té’ y ‘Por La Ventana’. El paño frío a lo candente de la presentación estuvo a cargo de la romántica ‘Invierno’, cantada a dúo con Camila Moreno e incluyendo un baile entre ellos. El tramo final estuvo compuesto con ‘Alfabeto’, ‘Bomba Chaya’ y ‘En La Naturaleza’, cerrando así un show redondo, elevando más y más la categoría de Gepe y compañía, que ya están a la altura de cerrar sin mayores problemas algún festival.
Para el término de Gepe, Chico Trujillo y Bersuit Vergarabat coronaban con una fiesta sus escenarios, aunque estaba previsto a ese mismo horario el cierre de Kase.O en la Carpa Pacífico, pero aún no había luces del español en el escenario. Era medianoche y aún estaban en escena Inti Illimani, con un retraso de más de una hora con la actuación del MC.
Lo que pasa cada versión con Frontera Festival es casi irrisorio. Se repiten una y otra vez los mismos errores de ediciones previas, farreándose así el gran evento que tiene Transistor todos los años. Aunque se disfruta viendo a artistas de calidad internacional a un bajo costo, lo que realmente preocupa es el real trato que se les da al artista y al público. Es el vaso medio lleno una vez más el que queda al final de la suma, pero que no genera ninguna adición a la realización de festivales musicales en el país. La tercera oportunidad no fue la vencida.
Revisa el set de imágenes completo de la jornada, por Nicole Ibarra, acá.