Los cabezas de cartel del FIB 2009 continúan paseándose por la península varios meses antes de la celebración del mismo. Esta especie de Saturday Night Fiber episódico nos trajo primero a Oasis en febrero, después fue el turno de The Killers y ahora de Franz Ferdinand (de Kings of Leon ni hablamos, por aburridos y por haber anulado sus fechas en Madrid y Barcelona). Los mancunianos convencieron (si es que hacía falta) con un notable concierto y los de Brandon Flowers confirmaron su candidatura a banda de estadio con un altísimo nivel. Ahora era el turno de Franz Ferdinand. La primera asignatura la tenían aprobada hace un par de semanas: entradas agotadas. Un sinfín de pseudomodernos patrocinados por Inditex, más de un Erasmus despistado y hasta Ramoncín se pasaron por el Palacio de Deportes para corear los himnos de los de Kapranos. La segunda prueba era la elección de las canciones que tocarían esa noche. Con semejante cantidad de hits es difícil resistirse a dejar alguno fuera de la selección. Eso parece ser lo que pensó la banda ya que no hubo ninguna sorpresa en el setlist. Únicamente singles (pasados o potenciales) en el repertorio. Pan y toros (o fútbol en los nuevos tiempos). No se puede negar que hay pocas maneras mejores que comenzar con "The Fallen" y la triunfal "The Dark of the Matinée" para calentar al público (algo que no lograron Mando Diao minutos antes). Si eso lo conjugas con una de las nuevas favoritas del público ("No You Girls") y uno de sus grandes éxitos ("Do You Want To") ya no les puedes reprochar nada. El público es suyo y comienzan a aflorar las manidas frases de "el mejor concierto de mi vida" ("corta vida" añadiría). Tras el primerizo e icónico "Tell Her Tonight" llega la primera verdadera prueba de fuego del "Tonight" en directo: "Twilight Omens". El abandono (momentáneo) de Nick McCarthy de su afilada guitarra por los teclados funciona mejor en directo de lo que había pensado en un primer momento. La enfermiza línea melódica del tema llevada a cabo por el teclado funciona a la perfección, si bien se echa en falta un poco más de vigor a la hora de llevar la canción en vivo. Llega el momento de una de sus mejores composiciones "Walk Away" que enlazan con una descafeinada "Take Me Out". No se sabe si es el propio grupo el que se ha cansado de tocar la canción o el público de escucharla, pero lo que sí que se puede decir es que la versión extendida en directo cansó tanto a unos como a otros. La frustrada "Turn It On" dio paso a otro himno "Michael", que sonó también demasiado deslucido, haciendo que "Bite Hard" funcionase mucho mejor de lo esperado. Después fue el turno de una lógica "40′" para terminar con una deslavada "Ulysses". El caramelo envenenado es maltratado injustamente en directo por la banda, la cual parece no ver en este tema "el nuevo himno" que podría ser. Sorprendentemente el nivel subió en el primer (y único) bis de la noche. La dupla protagonizada por una endiablada "Jacqueline" y la novedosa "What She Came For" se convirtió en el momento más destacable de la noche. Pero el conservadurismo volvió disfrazado de falsa sorpresa: el jueguecito final de la batería de los mil brazos en "Outsiders" ya funcionó hace tres años y el broche final con "This Fire" no es tampoco ninguna novedad. La bala de la recámara llegó en la penúltima canción de la noche: "Lucid Dreams". La que fuera primer adelanto del disco se ha convertido en una bella pieza psicodélica y lisérgica a medio camino de la corrección de su primera versión y la desmesura con que aparece en el álbum. El show ha llegado al final. El tiempo parece haber aumentado su velocidad durante el transcurso del concierto. Ochenta minutos que han parecido diez. Lo dicho, pan y toros.
- The Fallen
- The Dark of the Matinée
- No You Girls
- Do You Want To
- Tell Her Tonight
- Twilight Omens
- Walk Away
- Take Me Out
- Turn It On
- Michael
- Bite Hard
- 40′
- Ulysses
- Jacqueline
- What She Came
- Outsiders
- Lucid Dreams
- This Fire