Domingo, 13:30, Claro/LG Stage
Foto por Darío Contreras
El calor inmisericorde del primero de abril no fue obstáculo para que Foster the People debutara en Chile ante un sorpresivo marco de público dada la hora y el clima. Más de diez mil personas estaban con la vista fija en el escenario, no por curiosidad o coincidencia. Todo era a propósito. Su presencia, los colores chillones, la pintura fluorescente, las pelucas estruendosas. Sabían a lo que iban. Saltaron, cantaron, bailaron durante la hora entera que duró el show. Una audiencia impecable por sesenta minutos de corrido.
El problema estaba en los que tenían los instrumentos.
Los norteamericanos hicieron gala de su falta de oficio en escenarios grandes al entregar una serie de interpretaciones que se pasearon entre lo aceptable, lo mediocre y lo vergonzoso. “Torches”, presentado en su totalidad en vivo, tiene un puñado de muy buenos hits que sus autores se encargaron de destrozar sistemáticamente, con las honrosas excepciones de ‘Houdini’ y ‘Helena Beats’. No era un problema de actitud ni de ganas: era un asunto de aplicación. Tal vez la poca experiencia. Pero más allá de la onda y de una multitud danzante que casi se celebraba a sí misma, Foster the People fue, en lo estrictamente musical, una inmensa decepción.