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The Bloody Beetroots: La iglesia del ruido

The Bloody Beetroots: La iglesia del ruido


LG G2 Stage, Lollapalooza Chile 2014 – Día 1.
Sábado 29 de marzo, Parque O’Higgins, Santiago.
Fotos por Maira Troncoso
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La primera jornada de Lollapalooza Chile 2014 entraba en su recta final y, mientras el sol emprendía retirada, los espacios del Movistar Arena comenzaban a repletarse con miles de entusiastas de los beats. Llegaban expectantes a disfrutar del live set de uno de los números más sobresalientes y brillantes de la electrónica actual: The Bloody Beetroots. Este proyecto, junto a otros actos de renombre que tocaron en el LG G2 Stage, han sido parte de una favorable tendencia instaurada en el festival, que sorprende cada año con lo más destacado de la EDM internacional en su cartel logrando postales difíciles de olvidar para los amantes del género.

La creación del productor y tornamesista italiano Sir Bob Cornelious Riffo, segundado por DJ Tommy Tea y Edward Grinch, asomaba como un imperdible dentro de la variada parrilla de este encuentro y no defraudó. Al contrario: es probable que sus fans hayan aumentado en cantidad después de su paso por Sudamérica. Con un nuevo largaduración bajo el brazo (“Hide”, del 2013, que tiene entre sus colaboradores a los legendarios Paul McCartney y Peter Frampton, además del explosivo Tommy Lee), el hombre tras la máscara de Venom bombardeó el recinto del Parque O’Higgins con una artillería electropunk de alto calibre compuesta por sus mejores éxitos y una entrega total sobre el escenario.

Con una actitud capaz de entrelazar composiciones sutiles y agresivas a la vez, logró que los miles de fieles de “The Church of Noise” (que lo siguen desde el ascenso de su carrera en 2008 y 2009 con los EPs “Cornelius” y “Warp”) se rindieran a los demoledores sonidos de la banda en directo. Su live act incluyó batería, guitarra, piano y la desgarradora voz del mediterráneo, que contrasta de manera increíble con su relajado tono al hablar tras bambalinas, mostrando su verdadera identidad. Todo eso fue complementado por alucinantes y coordinados juegos de luces y sombras.

Riffo mantuvo el misterio a lo largo de la presentación, algo que en sus propias palabras “busca que la música sea lo importante para la gente y no el hombre que está detrás de ella”. Pero, siendo honestos, esto es difícil de separar cuando el personaje creado adquiere tal nivel de potencia y atractivo para sus seguidores. Si falta evidencia, podríamos preguntar a los humanos detrás de Daft Punk sobre la experiencia que tienen al respecto.

De principio a fin, el espectáculo de la enmascarada banda instaló la locura entre el público que llegó hasta el Movistar Arena. Jóvenes de diferentes edades que colmaron los accesos, y que en los sectores de avanzada de la cancha se transformaron en un ejército desatado. Quedará en el recuerdo la constancia de que aquella hora que duró el set estará entre los momentos más memorables que se han vivido en este recinto.

Es de lamentar que el show terminara de forma abrupta cuando aún faltaban quince minutos (según indicaba la programación oficial), pero eso ya no importaba. Todos se daban por pagados con la potente sinergia lograda entre los protagonistas que fueron parte de esta fiesta. Una que fácilmente pudo haberse realizado en un escenario exterior y, de ese modo, reivindicar la desilusión y mal sabor que dejó la experiencia EDM ofrecida por Deadmau5 en Lollapalooza Chile 2013.

Mira nuestro álbum en Facebook del show de The Bloody Beetroots en Lollapalooza Chile 2014.