Con un Bono mareado de dar tantas vueltas en su escenario a lo Britney Spears y un Boss repitiendo espectáculo hasta la saciedad, Depeche Mode tenían todas las papeletas para ser los galardonados con el título de “gira del año”. Un espejismo que se desvaneció tras su primera noche en el Palacio de Deportes. ¿La exitosa banda dio un mal concierto? No, eso es imposible. Nunca se podrá dudar de la profesionalidad de un grupo como este. Cuando Dave Gahan suspende un show es porque no puede darse al 100%. En su primera velada madrileña lo hizo con creces. Bailo y desplegó toda su carisma desde la primeriza “In Chains” (para empezar a quitarse ropa a golpe de giros esperaría unos pocos minutos más). Entonces se preguntarán cuál fue la catástrofe que no convirtió esta noche en legen-daria. Una simple razón: la exitosa banda se comportó como tal, como un grupo que ha vendido cien millones de discos. Comprobar que Gahan ha mutado sus dotes de animal del escenario por las de manipulador goebbliano de masas es una decepción. Una cosa es animar y otra arengar al público como si de un ignominioso JoBros concert se tratase. Música para las masas que cantaban. El fantasma del piloto automático de hacer noche tras noche el mismo concierto se notó en varios momentos: la interpretación de “Wrong” fue extremadamente corta y de mero trámite, tanto como deslavada fue la brutal “Precious”. Que Gahan no cante ni una sola vez el estribillo de “Enjoy the Silence” es pecado mortal. Ahora el alma de fan debería hacerme clamar las ausencias de “Master and Servant”, “Just Can’t Get Enough”, “Martyr” o “Suffer Well”, pero eso no es un motivo de queja como los anteriores. Depeche Mode realizan un show de dos horas de reloj, tan medido como la Ciccone, que contiene gran parte de sus éxitos de los ochenta y noventa, así como parte de su olvidable “Sounds of the Universe”. La interpretación de “It’s No Good” como el hit que es, “Policy of Truth” o el final soberbio (y efectista) con “Personal Jesus” hacen que me reconcilie con la banda. Caso aparte los momentos en que Martin L. Gore toma la batuta y se arranca ante el micrófono. Especialmente abriendo el primer (y único) bis de la noche con “One Caress”. Bien hecho Martin. De lo mejor de la noche, junto a los convincentemente brutales Soulsavers como teloneros. Unos cuarenta minutos escasos que dejaron con ganas de más. Decían que las plegarias atendidas eran las que más quebraderos de cabeza crean. En este caso Depeche Mode podrían haber hecho algún caso.
01 In Chains
02 Wrong
03 Hole to Feed
04 Walking In My Shoes
05 A Question of Time
06 Precious
07 World In My Eyes
08 Fly on the Windscreen
09 Sister of Night
10 Home
11 Miles Away/The Truth Is
12 Policy of Truth
13 It’s No Good
14 In Your Room
15 I Feel You
16 Enjoy the Silence
17 Never Let Me Down Again
18 One Caress
19 Stripped
20 Behind the Wheel
21 Personal Jesus