Domingo, 15:30, Claro/LG Stage
Foto por Felipe Fontecilla
La buena reputación que precedía a Band of Horses se vio ampliamente confirmada en su exitoso paso por Lollapalooza. Fue un show categórico, limpio, sencillo en su plenitud: todo elemento en su lugar y nada fuera de borde. Un despliegue pornográfico de guitarras de diversos tipos y órdenes iba alternando el tinte de cada una de sus canciones.
‘The Great Salt Lake’ fue el primer tema en que el público demostró predilección. Siguieron ‘Weed Party’ e ‘Is There a Ghost’, altura en la cual la ligazón del quinteto hacía lucir todo dispuesto e infalible. Entre cada canción no hubo reparos en perder largos segundos en afinar sus instrumentos y conversar entre sí –toda una declaración de principios- haciendo entender que las verdaderas protagonistas del show eran las canciones, sin desmedidas ni floreos adicionales. De sobra está decir que al son de ‘The Funeral’ se construyó una de las postales más entrañables de este festival en su versión 2012. Calidad y calidez sureña al servicio de las masas de estadio.