Eef Barzelay y los suyos no presentan un nuevo, sino un recuperado álbum con ‘Hungry Bird’. Tras las disputas que les enfrentaron entre ellos y también con su mánager en 2006 durante la grabación del disco, y que provocaron la disolución del grupo, Barzelay ha tenido tiempo de casi todo, incluso de hacer su segundo disco en solitario. Ahora, y tras tres años en el congelador, Clem Snide se recuperan a sí mismos y a lo que grabaron por aquél entonces con algunos cambios significativos respecto a sus otros discos, empezando por la producción del ex Lambchop Mark Nevers, que les ha dotado de algunos nuevos recursos, como la inclusión de unos teclados que han ganado mucho más peso en canciones como “Born a man”.
No es el mejor disco de Clem Snide, pero sí es un muy buen álbum de este art-folk con aires de cool-jazz bajo el manto de su personalísimo pop melancólico.
Durante los diez cortes que configuran Hungry Bird, encontramos desde los pasajes más oscuros que ha dado esta banda en “Me no”, hasta las guitarras acústicas que nos llevan a la cara más folk de la banda, como en “Hum”, “Beard of bees” o “Our time will come”. A destacar también “Encounter at 3 AM”, con un speech del Pulitzer de poesía Franz Wright, y sobretodo dos temas que sobrepasan los seis minutos, algo francamente anormal en esta banda.
Así las cosas, Clem Snide recupera y firma un buen disco, plagado de esta belleza melancólica que siempre los ha abrazado, con buenas formas, letras preciosistas y la particular voz de Eef Barzelay. Al fin y al cabo, su vuelta no deja de ser una muy buena noticia, aunque éste no sea el disco más brillante que hayan firmado hasta la fecha.
Audio: Clem Snide – Me No