*Fotos // Caterina Muñoz
La segunda fue definitivamente la vencida en la historia del dúo nacional Dënver. Tras la bullada y fallida separación ocurrida en el 2013, el conjunto se despidió para siempre de los escenarios con dos llenos absolutos en la discoteque Blondie, sellando así una de las mejores agrupaciones de la música chilena durante la última década.
Los de San Felipe tiraron la casa por la ventana y dijeron adiós junto a una gran banda de soporte, que incluía una sección de vientos y una pareja de coristas, más los habituales Nico Ramírez y Nahi Ferreira, quienes pasearon desde los beats más electrónicos al pop más orquestal, llegando a pasajes sonoros más íntimos, esto último encapsulado en la hipnotizante parsimonia de Mariana Montenegro sobre el escenario.
‘Diane Keaton’ iniciaba el show, a eso de las 21:50, convocando de inmediato el karaoke masivo por parte de los asistentes. La primera joyita de la noche se la adjudicó ‘Andén 6’, parte de su trabajo debut Totoral (2007), pero que no logró tocar techo debido a un par de acoples que se colaban en el audio y algunas fallas menores en el micrófono de Milton Mahan.
La velada estuvo cargada a los éxitos que fueron cosechando a la largo de sus cuatros discos de estudio, por eso no resultó sorpresa que fueran coreadas ‘Los Bikers’ y ‘Las Fuerzas’ o bailadas hasta desfallecer con ‘Olas Gigantes’ y ‘Torneo Local’. La emotividad fue la línea constante del show y su estampa fue más clara en el momento cuando toda la banda abandonó el escenario para dejar solo a Mari interpretar la sentimental ‘Estilo de Vida’, para luego evocar los inicios del dúo en ‘Nuestro Mundo de las Cosas que a Nadie le Interesan’, con Milton en guitarra y ella en teclado.
Con su disco Música, Gramática, Gimnasia (2010) el tándem se consagró en el circuito local, siendo este trabajo el más visitado durante el show; ‘Mi Primer Oro’, ‘Lo Que Quieras’, ‘Los Adolescentes’, ‘Litoral Central’ y ‘De Explosiones y Delitos’ se transformaron fácilmente en la gasolina que hacía falta para encender la pista. Los pasos de baile se acentuaban al ritmo de ‘En Medio de Una Fiesta’, para cerrar la primera parte del set con ‘Miedo a Toparme Contigo’.
Los últimos pulsos vitales del conjunto quedaban plasmados en la pantalla con un nostálgico recorrido en fotos por la trayectoria de la pareja. La vuelta al escenario sirvió para rendir cuentas a su último trabajo, Sangre Cita (2015). Así desfilaron ‘Mi Derrota’ y ‘El Fondo Del Barro’, siempre marcadas por el beat electrónico que caracterizó el álbum. ‘Mai Lov’ y ‘Los Vampiros’ fueron las más esperadas de la noche y señal inequívoca que el final se acercaba a pasos gigantes.
La historia se cerró para siempre con ‘Revista de Gimnasia’, finalizando así un cuento de altos y bajos, de aciertos concretos como también duras caídas. Amados u odiados, Dënver consiguió el éxito de forma auténtica y lo cosecharon de buena manera gracias a un imaginario que cautivó a miles de fanáticos. Tal como dijo Mari en el último concierto, estos serán por lejos los mejores años de su vida y para muchos ocurrirá lo mismo, desde ahora Dënver es para siempre.