Dan Snaith es canadiense, multi-instrumentista y tiene un Phd en matemáticas. Su música mezcla la electrónica y la sicodelia en un super-estereo hipnótico y atmosférico viaje musical. Conocido a principio de los ’00 por sus trabajos bajo el nombre Manitoba, desde 2004 se hace llamar Caribou. The Milk of Human Kindness (2005) y Andorra (2007) sus anteriores lanzamientos. Este último ganó el Canadian Polaris Music Prize de 2008 como disco del año. Su nuevo disco se llama Swim.
En Swim Caribou se aleja un poco del sonido de Andorra, en el que utilizaba además de loops, una banda de apoyo que daba el toque sesentero a sus sintetizadores, algo evidente en canciones como “Melody Day”, o “She’s the One”, una mezcla perfecta de épocas demasiado distantes. Algo tan descabellado como sería escuchar a The Move en 1968 experimentando con los equipos de Animal Collective.
Esta vez solo hay loops. Más bailable y adictivo que Andorra, que sonaba mucho más retro. Swim está en la mitad de la noche, en pleno carrete, encendido en el rítmo más que en las melodías. Perfecto para sonar bien fuerte y animar una fiesta, perfecto para escucharlo con unos buenos audífonos.
El punto alto de Swim viene al principio con “Odessa”, el primer corte del disco. Funky, refrescante y movida. Excelente como single. “Sun”, casi 6 minutos en que Caribou solo pronuncia la palabra “sun” y “Kaili”, que de las nueve canciones, es la más familiar a Andorra; profúndamente sicodélica. El resto del disco gira entorno a estos mismos sonidos, algunos más pegajosos, otros más pausados.
Lo bueno es que estos cambios no alteran la esencia. Swim retiene todo lo ganado en la ya década de trayectoria de Caribou. Su música puede salir de una caja sintetizada o ser tocada por una banda y tendrá la misma fuerza. Algo que trasciende a los límites que un artista suele tener en pro del éxito comercial.