Tras haber logrado uno de los mejores debuts de su década (y de este siglo) con “Funeral” en el 2004, había expectativas no menores en lo que podría hacer Arcade Fire a continuación. Si bien la verdadera y transversal masividad aún estaba a algunos años de distancia, era innegable que el conjunto ya había atraído la atención tanto de la prensa musical como de aquellos que están siempre a la búsqueda de “la próxima gran cosa”. En unos y en otros se repetía la pregunta: ¿cómo afrontarían los canadienses la posibilidad de sufrir el síndrome del segundo disco?
La respuesta no se hace esperar al ponerle play a “Neon Bible”, y viene de la mano de una elección que es riesgo y continuidad al mismo tiempo. No cualquiera pondría una canción como ‘Black Mirror’ de apertura (por gigante que sea) y para un neófito puede ser una sorpresa difícil de digerir, pero es una transición magistral desde el sonido de ese primer e inolvidable largaduración a lo que viene. Tras cartón, ‘Keep the Car Running’ confirma las sospechas iniciales: ésta es una banda que no ignora el valor de su ópera prima, pero tampoco está interesada en entregar más de lo mismo.
Con eso ya aclarado, comienzan las novedades. El minimalismo del tema que da nombre a este elepé, un breve respiro previo al crescendo imparable de esa ‘Intervention’ que se desmarca de cualquier tema anterior en base a su distintiva y calma urgencia. Es el mismo ímpetu instintivo que inspiró la composición de esa bofetada magistral que es ‘Rebellion (Lies)’, pero con otro tempo y otros ropajes. Tal vez, la primera prueba definitiva de cómo el grupo que firma esta placa es el mismo de su predecesora y, al mismo tiempo, uno muy distinto.
Quizás eso tiene que ver con los ajustes de su formación entre el 2004 y el 2007. Al núcleo de los hermanos Butler (Win y William), Régine Chassagne, Tim Kingsbury y Richard Reed Parry se había sumado Jeremy Gara como baterista (en reemplazo de Howard Bilerman) y la extraordinaria violinista Sarah Neufeld había pasado de colaboradora a integrante estable del combo. O quizás tiene que ver con sus letras, con ese dejo apocalíptico que se cuela entre versos que, así como cuentan historias personales, describen la locura del mundo (“vivo en una era que llama luz a la oscuridad”, dice ‘My Body Is a Cage’), la violencia en todas sus formas y sus múltiples consecuencias, y cómo “no hay muchas chances de sobrevivir si la Biblia de Neón tiene razón”. Sea por una, por otra o por ambas, el crecimiento de la banda en un lapso de sólo tres años es imposible de ignorar.
Escrito desde una perspectiva muy oscura, pero muy real, “Neon Bible” es muchas cosas. Una admisión sobre el miedo a correr riesgos (‘Ocean of Noise’) mientras las estructuras se caen a pedazos (‘Windowsill’), un estudio sobre hipocresía y la fe real y ficticia (‘(Antichrist Television Blues)’), una estimación de las alternativas que traerá el final (‘The Well and the Lighthouse’), una invitación al cambio (“huye de la memoria”, urge Chassagne en ‘Black Wave/Bad Vibrations’, quizás apuntando a ese lugar al que hace referencia ‘No Cars Go’). Pero, sobre todo, este disco es un mensaje. Un recordatorio para todos los que han visto las señales de que el mundo se está yendo al carajo de que no son los únicos en notarlo (ni están solos en ello). Y, de paso, una prueba rotunda de que los síndromes no están hechos para detener a quienes tienen verdadera urgencia en decir algo.
1. Black Mirror
2. Keep the Car Running
3. Neon Bible
4. Intervention
5. Black Wave/Bad Vibrations
6. Ocean of Noise
7. The Well and the Lighthouse
8. (Antichrist Television Blues)
9. Windowsill
10. No Cars Go
11. My Body Is a Cage
Arcade Fire es una de las bandas que tocará el domingo 30 de marzo en el Coca Cola Stage como parte de la segunda jornada de Lollapalooza Chile 2014, a realizarse en el Parque O’Higgins de Santiago.