Habían rumores de que My Bloody Valentine podría estar grabando un nuevo álbum, sin embargo, faltaba la confirmación oficial de al menos uno de sus integrantes. Y pasó: ayer Kevin Shields confirmó a Pitchfork que efectivamente tendremos un cuarto disco de estudio de la banda irlandesa en nuestras manos, en algún punto de 2018.
En septiembre pasado, la biografía de Shields en el sitio web de un festival afirmaba que la agrupación estaba preparando algo para el próximo año, dato que obviamente fue consultado por el medio antes mencionado. “Oh, lo haremos. Cien por ciento”, respondió el vocalista, añadiendo que “básicamente, el disco comenzó como un EP, y luego me di cuenta de que tendría que ser como un mini-álbum, porque iba a durar por lo menos 40 minutos, así que será un álbum, pero no sé realmente cuántas pistas tendrá. Probablemente serán siete u ocho, por cómo se ve hasta ahora”.
Además de lo anterior, Shields confirmó también que la banda saldrá de gira durante el próximo invierno sudamericano, lo cual, según él mismo, “es siempre una buena manera de garantizar que tendremos el disco listo”.
Actualmente, la banda se encuentra preparando las esperadas (y laaaargamente anunciadas) reediciones de los discos Isn’t Anything y Loveless, los que serán remasterizados a partir de las grabaciones originales de las cintas análogas, y publicados en vinilo de 180 gramos a comienzos de 2018.