Hace menos de un mes, el también productor, pidió ayuda a sus fanáticos para financiar un tratamiento, puesto que su condición grave y su falta de seguro médico podía convertirse en un asunto de vida o muerte. Hoy, Pitchfork -medio que se ha encargado en ser puente entre los cercanos de Swift y el resto de los humanos- confirma el deceso del músico de 41 años, en Tacoma, Washington.
El hombre que también fue un apoyo de proyectos como Foxygen y Tennis, fue además una pieza importante en la música alternativa de la última década con pasos por The Shins, y más recientemente The Arcs y The Black Keys, pero eso no es todo: su carrera en solitario deja pasos como Walking without Effort, o ideas como Richard Swift as Onasis y The Atlantic Ocean, el último disco en solo, con data del 2009.
Tenía 41 años, era multiintrumentista y brillaba por la dualidad de componer y producir, sin quedar al debe con ninguna. “Y todos los ángeles cantan ‘Que Sera Sera’, se lee en su página de Facebook, mientras que su compañero en Black Keys y Arcs, Dan Auerbach, se despide mediante Instagram: “hoy el mundo perdió uno de los músicos más talentosos que conozco”. Esta “enfermedad mortal”, como se comunicó durante junio, terminó con la vida del músico que alcanzó a presentar en sociedad un trabajo de covers colaborativos junto a Damien Jurado.