Hace casi un mes nos enterábamos del concierto que Love of Lesbian daría en Teatro Cariola el próximo 19 de noviembre. Inmediatamente liberada la información de los precios, los fanáticos de la banda española la contactaron a través de sus redes, reclamando por los elevados precios que debían pagar para poder asistir. Cancha alcanzaba un valor de 44 mil 800; platea, 33 mil 600 y el palco con meet & greet, 78 mil 400. No olvidemos que en su debut en Chile el año pasado, el grupo tocó en Club Chocolate con entradas a 12 mil pesos, un lugar cuyo aforo no varía demasiado en relación al tamaño del lugar que los alojará esta vez.
Hoy, 26 de julio, la banda compartía un estado en su canal oficial de Facebook:
“Un saludo amigas y amigos chilenos! Hace unos días fuimos espectadores de un aluvión de mensajes que recogían vuestra inquietud y quejas por el precio de los boletos para nuestro próximo concierto en la sala Cariola.
Desde el otro lado del mar, hemos indagado y procurado encontrar una solución favorable tanto para el público y la propia banda como para los promotores. No ha sido fácil pero creíamos justo y necesario hacer todo el esfuerzo posible para celebrar con ustedes como es debido el que será nuestro único concierto este año en Chile.
Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance y finalmente hemos podido presionar para que las entradas bajen de precio sensiblemente.
Agradecemos la colaboración de la nueva productora para enderezar la situación y de la productora saliente por entender y facilitar sin problemas el cambio.
Ojalá la noticia sea de vuestro agrado porque os esperamos con los brazos abiertos y las cuerdas vocales engrasadas”.
Los nuevos precios van desde los 26 mil 900 en platea a los 56 mil de palco y meet & greet y quienes ya hayan comprado sus tickets, pueden hacer la devolución de ellos y generar una nueva compra tanto en Puntoticket como en la oficina de la productora a cargo.
A pesar de que sí existe una baja en el valor de las entradas, este caso pone en discusión algunos temas más de fondo. En un principio la producción venía a cargo de Swing. Luego de las gestiones de la banda, sale esta productora y entra La Clave, desde donde nos comentaron esta mañana vía telefónica que comenzarían a gestionar todo desde cero.
Por otra parte, es interesante ver que las bandas sí pueden hacer algo al respecto en relación al precio de las entradas de sus shows. Y, además, mirando lo acontecido sólo como espectadores, somos testigos de cómo una productora decide ceder la producción de un concierto a partir de la petición de la baja de precios por parte de un grupo.
Este es un tema que los asiduos a conciertos siempre discuten y sobre todo estos días, en los que vemos cómo cada jornada se confirma un nuevo show para el segundo semestre, con precios que difícilmente se pueden costear. Siempre se habla, pero parece ser que nos acostumbramos. Y lo pagamos. Sin cuestionar ni preguntarnos nada. Por ejemplo, más que indignación, nos produce risa que hayan entradas para ver a Richard Ashcroft que valen más de la mitad del sueldo mínimo.