Hoy viernes 12 de julio se realizó la última audiencia en el caso contra Cristian Aldana, por abuso sexual y corrupción de menores. Según informó Latfem, Aldana “pasó la noche en la celda del TOC25 en vez de en Marcos Paz, donde está preso desde el 22 de diciembre de 2016, a raíz de sus quejas por el traslado. En audiencias pasadas dijo que se sentía torturado”.
Durante la jornada también se dieron las últimas palabras, entre ellas, las del propio acusado. “Estoy convencido de que antes de que comenzara el juicio yo ya estaba condenado, porque soy un condenado mediático (…) Yo no soy culpable de lo que me acusan. No soy un violador, no soy un abusador y no soy un violento. Ellas no pueden sostener sus miradas conmigo y decirme lo contrario. Yo quiero el careo, que me miren a los ojos y me digan si las violenté”. Por otra parte, sus abogados pidieron en sus alegatos absolución y libertad inmediata.
Sin embargo, el veredicto fue otro. Cristian Aldana fue condenado a 22 años de prisión. Según informó la periodista Romina Zanellato para La Nación, “el fiscal Guillermo Pérez de la Fuente, en colaboración con la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) y la Dirección General de Orientación, Acompañamiento y Protección a las Víctimas (DOVIC), había pedido 35 años de prisión, mientras que las querellas habían solicitado 40 y 20 años”.
Fueron siete testimonios, los cuales fueron todos validados, pero solo cuatro de ellos fueron admitidos. De los restantes, dos se consideraron prescritos y uno fue desestimado por el fiscal.
Recordemos que todo explotó el 16 de abril de 2016, cuando a través de su página oficial en Facebook, El Otro Yo publicó un comunicado repudiando la violencia que habían denunciado Mailén y Rocío por parte de Miguel de La Ola Que Quería Ser Chau. Inmediatamente después de aquella publicación, diferentes personas comenzaron a cuestionar a Aldana por supuestos abusos sexuales a menores durante la primera década del 2000 y recordaron testimonios expuestos con anterioridad, durante octubre y septiembre del 2015.
“Me hubiese gustado una condena de más años, pero satisfecha dadas las circunstancias. Para mí los violadores debieran estar de por vida en cana, igualmente son una cantidad de años que sientan un precedente para casos de abuso en la infancia y violencia de género. Es muy importante. Más allá de lo personal que no se repara con el proceso judicial, sí ayuda a que otras personas puedan hablar y reconocer sin culpa a las personas que los abusaron”, explicó a TN Ariell Carolina, una de las denunciantes.
En respuesta a la pregunta de si esto rompe el silencio sobre la violencia en el rock, Ariell declaró que “este caso y el juicio de Miguel del Pololo -de hecho está acá Mailén también (denunciante del ex La Ola Que Quería Decir Chau)- que será el año siguiente, han hecho que dentro del ambiente del rock se siente un precedente que quiebra la imagen del ídolo. Pero también sienta un precedente para el mundo, no nos callamos más. No queremos más a estos machos sueltos e impunes”. Añadió que “no es la única respuesta es hacer una denuncia. No es la única forma para defendernos. Sí es importante que el sistema esté preparado, que haya un real acompañamiento, pero no es lo definitorio. Lo definitorio es dejar el silencio y eso se hace en conjunto, en manada, en sororidad. Y hoy estamos acá todas juntas, donde están dándole condena a un violador”.