Según las estadísticas que ofrece la Asociación Internacional de Productores Fonográficos (IFPI), el consumo mundial de música disminuyó en un 3 por ciento el año pasado.
La información, recogida hoy (26 de marzo) por el diario español El País, da cuenta del traspié más tenue desde que la industria comenzará en 2004 a reportar pérdidas.
Menos acentuada que en años anteriores, la baja se suavizó debido al desarrollo de las ventas digitales y también gracias a la creación de leyes anti-piratería en diversos países.
Asimismo, continúa la caída en picada de los soportes físicos, mientras se reportan aumentos en los ingresos de servicios como VEVO y Spotify.
En el período que abarca el reporte, “21” de Adele encabeza la lista de los discos más vendidos en el mundo, con 18.1 millones de ejemplares despachados.
Pese a las cifras, en 2011 el mercado fonográfico amasó ganancias por 16.646 millones de dólares.